Nunca tuve la impresión de que Taylor fuese una gran actriz, pero ha formado parte del aprendizaje de muchos cinéfilos que crecieron y maduraron con muchas de sus películas. Mis años de adolescencia cinéfila vuelven a mí ahora en forma de recuerdos de imágenes que se agolpan una tras otra. Imágenes de películas como ‘La gata sobre el tejado de zinc’ (‘Cat on a Hot Tin Roof’, Richard Brooks, 1958) —para mí ,a la mejor interpretación de la actriz—, ‘El árbol de la vida’ (‘Raintree Country’, Edward Dmytryk, 1957) o ‘De repente, el último verano’ (‘Suddenly, Last Summer’, Joseph L. Mankiewicz, 1959), tres películas por las que Taylor fue nominada al Oscar como mejor actriz principal.
La dorada estatuilla la conseguiría en dos ocasiones por sus papeles en ‘Una mujer marcada’ (‘Butterfield 8’, Daniel Mann) y ‘¿Quién teme a Virginia Woolf?’ (‘Who’s Afraid of Virginia Woolf?’, Mike Nichols, 1967) y alcanzaría una enorme popularidad con personajes como los de Cleopatra en el mastodóntico film de Mankiewicz, siendo ésa la primera vez que una actriz cobraba la cifra de un millón de dólares por su trabajo. Otros films memorables de su extensa filmografía fueron por ejemplo ‘Un lugar en el sol’ (‘A Place in the Sun’, George Stevens, 1951), ‘El padre de la novia’ (‘Father of the Bride’, Vincente Minelli, 1950) y ‘Gigante’ (‘Giant’, George Stevens, 1956).
Se casó ocho veces, dos de ellas con el actor Richard Burton con quien mantuvo una de las relaciones más famosas dentro del mundo del cine.
Hasta siempre Elizabeth.
Vía | El país
Vía:blog de cine
No hay comentarios:
Publicar un comentario