Iba a empezar este post diciendo que los presentadores de la gala de los Oscars de este año, el maquinón-chulazo James Franco y la machine- bombonazo Anne Hathaway, tenían la difícil misión de recuperar las buenas sensaciones ceremoniales que se perdieron el año pasado contando con Alec Baldwin y Steven Martin como anfitriones.
Lo de elegir a Hugh Jackman para hacerse cargo del sarado ‘dorado’ de 2009 fue todo un acierto de la A.M.P.A.S..
Nuestro Lobezno nos dejó con la boca abierta dentro de ese concepto planteado para el evento por Bill Condon y Laurence Mark, eso de hacer parecer aquello un club nocturno con muchas canciones y baile, muy rollo de musical fue una buena idea. Lógico que la retransmisión televisiva recuperase audiencia perdida en años anteriores.
Sin embargo, tirando de hemeroteca uno vuelve a recordar que a pesar de que la gala de 2010 fue una de las más aburridas para un servidor que había vivido en mucho tiempo, el público con pantuflas respondió aún mejor que en 2009: congregó a más de 39 millones de espectadores, logrando la alfombra roja más de 31,5 millones.
El share fue de un 41%, lo que supuso un incremento del 20% en relación al año anterior, que registró más de 33 millones de televidentes con un 32% de share global.
Así que lo que realmente debería decir ahora es que James y Anne tendrán la difícil misión de superar la audiencia de la ceremonia de hace casi 365 días.
Precisamente por eso los ha elegido la A.M.P.A.S., ya que sus pretensiones son rejuvenecer el evento y adecuarlo a todos los segmentos de espectadores que se sentarán delante de la caja tonta. Sí, las redes sociales estarán presentes en ese lavado de cara.
Estos son los cambios programados, según cuenta THR (algún spoiler os podréis encontrar a continuación):
1º) Las madres de los nominados, en total nueve, y también la abuela del presentador, comentarán la gala a través de sus cuentas de Twitter. Lo de ‘mi hijo y mi nieto es mejor que el tuyo’ se repitará más de una vez. Imparcialidad cachonda cero.
2º) Como he dicho antes, el rejuvenecimiento de los presentadores de (Hathaway tiene 28 tacos y Franco 32) para dar más dinamismo a la gala, siendo los dos anfitriones más jóvenes de la historia de los Oscars, amén de que formarán la primera pareja, chico-chica, al frente del evento.
El efecto principal que se quiere buscar es que muchos espectadores se sientan más identificados con lo que ocurre en el evento, al considerar que los maestros de ceremonia no son intocables, ni tampoco inalcanzables.
3º) El 3D estará muy presente en el Kodak Theatre.
Los productores han desechado la idea de un escenario tradicional para tirar del formato de moda a través de una serie de proyecciones, que han sido expresamente preparadas para aumentar espectáculo. El rollo va de que James y Anne lleven a los espectadores a través de un viaje por la historia de Hollywood en tres dimensiones.
4º) Habrá un coro de niños de una escuela primaria para cantar la mítica ‘Over the rainbow’. Así que también los renacuajos de la casa podrán ver cómo se siente un chavalín de 10 años en semejante show.
5º) No habrá montajes de vídeo (menos mal, los del año pasado fueron infumables). Sólo se emitirán los vídeos de las diez películas nominadas.
6º) Se desechan también los testimonios de actores y actrices ganadores de Oscars anteriores para introducir las categorías de mejor actor y actriz (una ñoñería copiada en los Goya 2011).
7º) Se recupera la tradición perdida de no contar con las canciones nominadas, suprimida el año pasado. La que dicen que será especialmente interesante es la actuación de Gwyneth Paltrow interpretando ‘Coming home’ del filme ‘Country song’.
Aparte de todo esto habrá muchas más sorpresas con las que quieren atrapar nuestra atención.
Ojalá que lo consigan, aunque también la noche está animada con tanta candidata potente para ser la protagonista de la velada así que la mitad del trabajo lo tienen ya hecho.
Vía:Tu blog de cine
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