Así que The Weinstein Company siente que es el momento ideal para sacar un taquillazo de escándalo y se le ha ocurrido la siguiente idea: reeditar la película para convertir esa clasificación R que tiene en una PG-13 o una PG.
Los Estudios están trabajando ahora con el director Tom Hooper para cortar varias escenas del filme, pero manteniendo la visión original de Hooper. El siguiente paso sería poner en marcha una nueva estrategia de marketing dirigida a un público más amplio.
Esto probablemente no sucederá hasta que pase el huracán Oscar, el 27 de febrero, porque tienen la clara esperanza de que la entrega de las estatuillas doradas le darán alas al largometraje.
Combinada así con una calificación de PG, The Weinstein Company considera que el filón sería para irse a uno la cabeza.
En cuanto a lo que a nosotros nos afecta, lo que hace falta realmente es que la película se extienda convenientemente por la piel de toro, da igual la versión, porque a pesar de que se lleva tiempo hablando de ella como una firme candidata a ser la gran protagonista de los Oscars 2011, como sus nominaciones lo acreditan, sólo se han distribuido 111 insuficientes copias en nuestro país.
Y, mientras, la mayoría de españolitos aprovechando la etapa pre-leysinde. Aing, qué ojo, qué ojo … .
- Vía | WorstPreviews
- Vía:Tu blog de cine
- Texto:David Cárdenas
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