Mi apuesta personal, con los ojos cerrados, es sin duda el trabajo de Daniel Monzón. Nunca he considerado ‘Celda 211’ la maravilla que algunos trataban de vendernos, pero sí un producto muy por encima de la media de la producción nacional coetánea, con un excelente trabajo de Luis Tosar, componiendo uno de esos carismáticos personajes, y sobre todo una dirección de Monzón que se aparta totalmente de los tics de nuestro cine. Una historia universal que huye de localismos, algo que Monzón lleva haciendo desde su ópera prima, simple y llanamente porque es uno de los realizadores más inteligentes de nuestro pobre, repudiado y victimista cine.
Que exista la posibilidad de que cualquiera de las otras dos pueda ser la elegida es algo que no quiero entre en mi cabeza.
Vía | Las horas perdidas
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