‘El guardián entre el centeno’ de J.D. Salinger es una de las obras literarias americanas más importantes e influyentes del siglo XX. El autor había declarado que jamás vendería los derechos de la novela al menos mientras estuviera vivo. Y así fue, pero ahora su hija, que ha heredado los derechos de la novela, decidió recientemente ponerlos a la venta en una subasta a la que acudieron conocidos directores de cine. Entre todos ellos, un señor de nombre George Lucas fue el que logró adueñarse de los tan disputados derechos —comentan que Wes Anderson fue expulsado de la sala por alborotador—. Ahora podemos dividirnos entre los que se rasgarán las vestiduras al saber que Lucas dirigirá o producirá —esto será lo más probable— una adaptación de tan admirada obra, y los que recibirán la noticia de buen grado creyendo en las palabras de Lucas de “hacer algo diferente”. Creo que Lucas es un buen director —mi favorita, esa maravilla de ‘American Graffiti’ (id, 1973)—, demasiado obsesionado, eso sí, con su universo galáctico y los CGI. Pero yo le doy un voto de confianza.
Recordemos que ‘El guardián entre el centeno’ ha influido en películas como ‘Descubriendo a Forrester’ (‘Finding Forrester’, Gus Van Sant, 2000), y sobre todo ‘Seis grados de separación’ (‘Six Degrees of Separation’, 1993, Fred Schepisi), estupenda película que contiene una portentosa interpretación de Will Smith.
Vía | Tierra de cinéfagos
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