*El actor falleció el lunes a los 93 años de edad, según anunció ayer día 26 Susan Blanchard, su segunda esposa desde 1999. Widmark padecía una larga enfermedad que empeoró cuando unos meses atrás sufrió una fractura de vértebra.
*Richard Widmark debutó en el cine de la mano de Henry Hatthaway en “El beso de la muerte” encarnando al cruel gángster Tommy Udo, interpretación que le valió un Globo de Oro al mejor actor revelación y una nominación al Oscar como mejor actor de reparto, estatuilla que finalmente recayó en Edmund Gwenn por su entrañable Santa Claus en “De ilusión también se vive”.
De la noche a la mañana y gracias a ese papel, Widmark se convirtió en toda una celebridad, y a partir de ese momento trabajó activamente en Hollywood durante las siguientes décadas hasta 1991, dónde realizó su última intervención en la película “El color de la ambición” de Herbert Ross.
*Su carrera se vió especialmente marcada por encarnar a tipos duros con un lado afable y a villanos perversos, personajes con los que caló en el público e impresionó a la crítica. Decían algunos, que tenía la sonrisa de la hiena. Sus roles enternecedores y alejados de la violencia urbana no resultaron tan atractivos para los espectadores, de modo que fue alternando unos y otros para evitar encasillarse (algo que no consiguió del todo).
*Pese a no lograr el estatus de superestrella como otros actores de su época, Widmark trabajó sin descanso -siendo especialmente fructíferos los años 40 y 50- alternando géneros como el western, el drama o el policíaco entre otros (destacar especialmente sus trabajos dentro del cine negro) y trabajando con algunos de los mejores directores de aquella era como John Ford, Elia Kazan, Joseph L. Mankiewicz, Don Siegel, Sidney Lumet o Robert Aldrich.
Nos deja pues, tras de una larga vida vivida, todo un gran actor.
Descanse en paz.
Vía:tublogdecine
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