Hollywood tardó décadas en convencernos de que fumar era cool y lleva otras tantas persuadiéndonos de que echarse un cigarrillo es una atrocidad y un dislate. En la era dorada de Hollywood el héroe era el fumador (y a veces, el elenco entero), pero desde que los lobbies antitabaco publican listas de películas que no cumplen con los códigos de “corrección sanitaria” en la gran pantalla sólo fuman los losers, a ser posible del cine indie, si es que existe tal entelequia.
Les guste o no a los apóstoles de la vida sana, la historia del cine nos ha dejado trailers de cartones consumidos, calada a calada, por los actores. De Humphrey Bogart en Casablanca a Matthew McConaughey en True Detective, aquí tienes a los actores que con más arte se han quemado los bronquios en la pantalla.
John Travolta
Su mejor calada: Grease (1978)
No sale de casa sin… Danny no necesita llevar tabaco encima. Siempre hay una pink lady dispuesta a liarle un cigarrillo.
¿Fuma en la vida real? No way: está estrictamente prohibido fumar en la casa-aeropuerto de Travolta.
Ryan Gossling
Su mejor calada: Murder by numbers (2002)
No sale de casa sin… Un par de paquetes de rubio de la marca que sea. Not big deal.
¿Fuma en la vida real? Sí, carajo. Tiene incluso un Tumblr que se llama RyanGosslingSmoking.
Jamie Foxx
Su mejor calada: Django desencadenado (2012)
No sale de casa sin… Una pitillera repleta de cigarrillos Golden Virginia. Fuma con caladas largas, mientras el humo nubla sus ojos vengativos.
¿Fuma en la vida real? Se comenta que sólo “cigarrillos aliñados”.
Robert De Niro
Su mejor calada: Uno de los nuestros (1995)
No sale de casa sin… Un paquete de Marlboro.
¿Fuma en la vida real? Parece ser que es un “fumador social”, pero mucho menos vicioso que sus personajes. En Uno de los nuestros ni siquiera se traga el humo.
Clint Eastwood
Su mejor calada: El bueno, el feo y el malo (1966)
No sale de casa sin… Un buen habano con el que prender la mecha de un cartucho de dinamita. En caso de urgencia, siempre lleva en el zurrón un buen taco de tabaco de mascar.
¿Fuma en la vida real? Negativo: sólo por exigencias del guión o del director, que suele ser él mismo.
Uma Thurman
Su mejor calada: Pulp Fiction (1994)
No sale de casa sin… Una pitillera de plata con diez Chesterfields y una papela de ala de mosca.
¿Fuma en la vida real? Se retiró del cigarrillo gracias a los chicles de nicotina. “Fue la mayor lucha de mi vida”, recuerda.
Humphrey Bogart
Su mejor calada: Casablanca (1942)
No sale de casa sin… Un cartón de Lucky sin boquilla y una petaca de whisky tamaño familiar.
¿Fumaba en la vida real? Como si lo fueran a prohibir al día siguiente: murió de un cáncer de esófago a los 58 años.
Matt Damon
Su mejor calada: El indomable Will Hunting (1997)
No sale de casa sin… Un par de paquetes de Camel y un mechero Zippo.
¿Fuma en la vida real? Not anymore. Logró dejar el hábito en 2004, tras 17 años enganchado al pitillo. ¿La razón? “Mejorar mi esperma”.
Johnny Depp
Su mejor calada: Ed Wood (1994)
No sale de casa sin… un paquete de tabaco Bali de liar.
¿Fuma en la vida real? Desde los 12 años, como si le fuera la vida en ello, aunque los rumores afirman que ya sólo “cae” en el vicio tres veces al día.
Matthew McConaughey
Su mejor calada: True Detective (2013)
No sale de casa sin… Un cartón de Marlboro y un pack de cervezas. El cartel de “no fumar” le resulta tan ajeno como el ticker con la cotización del Nasdaq a un tanzano.
¿Fuma en la vida real? Como una chimenea.
vIA:CINEMANIA
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