lunes, 17 de noviembre de 2014

De Nueva Zelanda a Andalucía: 10 localizaciones de pelis que tienes que visitar antes de morir

De la librería de 'Notting Hill' a la cafetería en la que trabaja Amélie, pasando por el hogar de los hobbits y la playa en la que estuvo Indiana Jones.
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Una pequeña porción de tiempo, en ocasiones de apenas unos segundos, es suficiente para convertir un lugar o un paisaje en una estrella del celuloide. Están ahí, son simplemente los escenarios de las películas que vemos, pero con el tiempo su fama crece al mismo ritmo que la popularidad de la cinta en la que aparecieron.
Pertrechados de una mochila llena de obras que, de una forma o de otra, han terminado siendo clásicos del cine, nada mejor que un viaje alrededor del mundo para conocer algunas de esas localizaciones de película que merece la pena visitar, aunque sea virtualmente:

La Bocca della Verità, Roma


La escultura en mármol protagonizó en los años 50 una escena junto a la eterna Audrey Hepburn y el inigualable Gregory Peck. Fue en Vacaciones en Roma y la Bocca della Verità hacía el papel que representa a diario ante miles de turistas: atemorizar a aquellos que han mentido, ya que según la leyenda, todo el que se atreve a meter la mano en la boca siendo un mentiroso, la perderá.

Gran Vía, Madrid


Nunca nadie la encontrará así: iluminada por la luz solar y completamente desierta. La Gran Vía madrileña se muestra vacía (aunque se cuele un curioso vecino en una de las ventanas de los edificios de la derecha) ante un Eduardo Noriega algo acongojado y perplejo en Abre los ojos, dirigida por Alejandro Amenábar.

Café des 2 Moulins, París


Sí, existe. El típico café parisino en el que la peculiar Amélie se ganaba la vida se encuentra en Montmartre, en la rue Lepic número 15 exactamente. Se trata de una cafetería abierta a comienzos del siglo XX y que conserva su actual nombre desde los años 50. Eso sí, no esperes encontrar en su interior el estanco que regenta la hipocondríaca Georgette en la película, ya que fue cerrado hace unos años.

Katzs Delicatessen, Nueva York


Probablemente, en su interior tengas una experiencia orgásmica. O, al menos, recordarás el que seguramente sea el orgasmo más famoso del cine comercial. En el interior de este típico bar yanqui que abrió sus puertas en 1888 la mismísima Meg Ryan fingió un orgasmo ante un atónito Billy Crystal. Fue a finales de los 80, durante el rodaje de Cuando Harry encontró a Sally. ¿Será afrodisiaca su comida? Lo que sí es seguro es que a algún cliente se le habrá pasado por la cabeza emular la escena cinematográfica.

Matamata, Nueva Zelanda


Esta pequeña aldea rural neozelandesa de nombre como poco curioso alberga las colinas en las que Frodo, Sam, Pippin y Merry se criaron y desde las que partieron hacia un futuro incierto. Sí, en esta aldea de Nueva Zelanda se rodaron las escenas de Hobbiton. En este caso, puede que una visita virtual se te quede corta y es que un viaje hasta Matamata te mostrará mucho más que verdes colinas: aún se conserva allí el set de rodaje de El señor de los anillos, en el que se organizan visitas guiadas. Esperemos que, como en la película, los orcos estén lejos de esas tierras.

Playa de Mónsul, Almería


Harrison Ford y Sean Connery jugaron con las gaviotas de una playa desierta a finales de los años 80. Tras las cámaras se encontraba Steven Spielberg y todo formaba parte del rodaje de Indiana Jones y la última cruzada, la tercera parte de la saga protagonizada por el intrépido arqueólogo. ¿El lugar? La playa de Mónsul, en San José, Almería.

The Notting Hill Bookshop, Londres


Junto a la popular Portobello Road (exactamente, aquí), en el londinense barrio de Notting Hill, una pequeña librería ve como cada día cientos de turistas se fotografían en su escaparate y se pasean entre sus estanterías. Esta peculiar Meca bibliográfica le debe su fama a Hugh Grant y a Julia Roberts, que pasaron algún rato que otro compartiendo escenas románticas en Notting Hill, la película rodada en esta misma librería (entre otros sitios del mismo barrio) a finales de la década de los 90.

Grand Central Terminal, Nueva York


Dentro del gran plató que es Nueva York, esta estación se lleva la palma. Los intocables de Eliot Ness, Men in Black, Con la muerte en los talones o Armageddon son algunas de las muchas cintas que cuentan con alguna escena en la Grand Central Terminal. Incluso en la película de animación Madagascar tiene un peculiar y accidentado cameo el famoso reloj de la estación neoyorquina.

Matmata, Túnez


Una letra separa esta ciudad tunecina de la aldea en la que se encuentra Hobbiton, pero seguro que más de uno desearía conocer los dos lugares en un solo viaje. En el caso de este escenario cinematográfico tunecino, el amante de la ciencia ficción podrá pasearse por Tatooine. Si conoces bien la saga Star Wars, ya sabes de qué te estamos hablando. Si no has visto al menos la trilogía original, ¿a qué esperas?

Parque Nacional Olympic, Estados Unidos



Lo más probable es que aquí no te cruces con ningún apuesto adolescente con miles de años de vida y la piel brillante, pero algo de eso hay en este espectacular espacio natural situado en el estado de Washington. Aquí fue donde Edward Cullen, el vampiro protagonista de Crepúsculo le contó toda la verdad a Bella Swan sobre su problema de colmillos con la sangre de los humanos.
Via:cinemania

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