sábado, 25 de octubre de 2014

[Seminci 2014] Jornada de transición y de recreo con ‘Parking’

'Parkoló' profundiza en la apuesta cómica. 'Alguien a quien amar' y 'El corderito' cumplen, pero no sorprenden.
Seminci

¿De qué se habla en Valladolid hoy? Van pasando los días y el cansancio va haciendo mella en los profesionales que cubrimos el festival. El ritmo de películas es alto y estar fuera de casa provoca que la somnolencia nos ataque en la sala oscura, sobre todo después de las comidas. Hay trucos: mascar chicle, estirar el dedo pulgar, “codearse” con el vecino de butaca, incluso hacer fade in/ fade off con los párpados como persianas (este último es el menos aconsejable, ya que se pierde la ilusión de continuidad cinematográfica y puede provocar alteraciones irreconciliables con la realidad de la trama). A los críticos con más personalidad o carisma se les permite escabullirse de la sala o incluso utilizar su crónica para hablar de lo buena que estaba la azafata o de la ración de cordero lechal que se han comido a cuenta de las dietas. Allá ellos con su carisma, como diría David Planell. El caso es que durante la proyección vespertina de Kuzu (El corderito) en el flamante Teatro Calderón a uno de los espectadores se le ha escapado un ronquido borreguil que se ha integrado perfectamente en el conjunto de los gags del filme. El público de Valladolid está disfrutando de la programación de esta 59ª edición de la Seminci, y ello se nota hasta en estos pequeños detalles.
Cuando la Semana apunta hacia el Europa del Este, acierta seguro. Además en estos últimos años la horquilla de cinematografías fiables se ha extendido a los países escandinavos, Austria y Alemania, Israel y desde este año Turquía. Parkoló y Alguien a quien amar te pueden gustar más o menos, pero son producciones merecedoras del prestigio que otorga este certamen.
Hoy se celebró el Día de Turquía en la Seminci, coincidiendo con los 100 años de Historia de la Cinematografía Turca, para lo cual se organizó una Mesa Redonda a la que finalmente asistieron Javier H. Estrada, Giovanni Ottone, Eki Dermirkubuz y Ahmet Boyaciouglu, quien ejerció de moderador. Les presentó el director del Festival de Valladolid, Javier Angulo, quien explicó cómo las negociaciones para traer toda esta programación de cine turco producido entre el 2003 y el 2013, empezaron hace dos años y cristalizaron finalmente durante los festivales de Berlín y Cannes. Ahmet Boyaciouglu, director de cine y figura clave para la difusión del cine turco, aseguró que las películas nacionales tienen una cuota de pantalla cercana al 60%, gracias a la financiación aportada por el Gobierno y al empeño de productores y directores jóvenes en llevar a buen puerto sus proyectos. Javier H. Estrada homenajeó a su mentor, el especialista en cines periféricos Alberto Elena, recientemente fallecido, y además calificó a Destiny, de Eki Dermirkubuz, como la mejor película turca de las que pueden verse estos días en Valladolid.

¿Qué hemos visto? La vimos ayer, pero hoy se presentó para el público en el Teatro Calderón y conversamos con su director, el húngaro Bence Miklaucic, durante el encuentro con la prensa. La película se llama Parkoló, no está licenciada en España (¡ánimo, distribuidores!) y recoge lo mejor de la tradición tragicómica de los Nuevos Cines del Este de los Años 60 y 70. El cineasta, que no es un desconocido en Valladolid, pues participó con Los hijos del dragón verde (2010) en la 55ª Semana, explicó que la idea del filme le vino al conjugar los problemas de aparcamiento que existen en Budapest con ese personaje de empresario desalmado que observa desde lo alto de su atalaya empresarial el sufrimiento de los demás. Asimismo, Miklaucic criticó duramente la represión que en su país se ha producido contra los indigentes y desfavorecidos, a quienes el poder y la sociedad capitalista responsabiliza de su situación, y expresó el pavor que siente ante los batallas diarias dirimidas en favor del dinero. El enfrentamiento entre El Legionario (Ferenc Lengyel) e Imre (Tibor Szervét) por una destartalada plaza del aparcacoches que regenta el primero, reproduce las claves del western con elementos postmodernos, como ese toque a lo Park Chan-wook en las secuencias de venganza. La película más liviana y disfrutable de la Sección Oficial.
Alguien a quien amar es la última película de la directora Pernille Fischer Christensen (A Soap, Una familia), protagonizada por el hermoso actor Mikael Persbrandt, quien da vida a un cantautor de fama mundial que regresa a Dinamarca para grabar un nuevo álbum y se reencuentra con su hija y con un inesperado nieto. Los paisajes daneses nevados y el estilo visual y narrativo de Christensen distancian la película de propuestas con trasuntos similares, como Alabama Monroe o Un lugar donde quedarse. El personaje de Thomas Jacob es un triunfador solitario encantado de haberse conocido, adicto al trabajo, pero incapaz de profundizar en una relación afectiva. Pese a una factura técnica y temática que puede resultar sobrecargante, la película tiene un muy buen desenlace que hace que olvidemos lo incómodo del personaje principal. Recibió aplausos.

Kuzu (El corderito) fue la primera película de la mañana, el estreno oficial que inauguró el Día de Turquía del Festival. Se trata de una fábula ambientada en una comunidad ganadera del Este de Anatolia que cuenta la peripecia de una familia que se ve obligada a celebrar un festín con motivo de la circuncisión de su hijo. En este rito son iguales los musulmanes que los judíos: personalmente no soporto esos primeros planos de la Bar Mitzva que nos brindan tan orgullosos algunos directores, como el gran Volker Schlöndorff, estos días presente, en su Tambor de hojalata. Os puedo asegurar que el tajo prepucial puede ser muy doloroso a ciertas edades, sobretodo cuando interviene la imaginación y el inconsciente. En esta película estuve todo el rato pensando cómo nos lo iban a mostrar, más después de conocer al “matasanos” rural. Afortunadamente, la sangre no llegó al río, y el director Kutlug Ataman utiliza un plano de espaldas del niño para encubrir el espacio traumático. Gustó más al público que a la crítica especializada, que no entendió del todo los devaneos amatorios de ese esposo capullo y calzonazos.

Kuzu (2014) Fragman
¿Qué vino hemos catado? Ninguno, hoy fue día de cervezas en La Mejillonera, acompañadas de sendas raciones de esos moluscos bivalvos al limón y con salsa escocesa. Nos estamos reservando para la Gala de Cine y Vino que llega mañana, y ahogamos nuestras penas nocturnas en una copa de Ballantines en el Herminios Jazz, recordando los temazos de Thomas Jacob en Alguien a quien amar.
Espigadera: Más como deseo personal que como realidad factible, estaría bien que Parkoló (Parking) se llevará algún premio. Las favoritas siguen siendo las mismas que las de los primeros días, más la israelita de ayer, La fiesta de despedida, que continúa agotando localidades en cada uno de sus pases.

¿Qué nos espera mañana? Las últimas películas a concurso de la Sección Oficial: Nuestro último verano en Escocia, de Guy Jenkin y Andy Hamilton, y la esperadísima Little Feet de Alexandre Rockwell. Fuera de concurso, Rastros de sándalo, de María Ripoll y todos los actos oficiales de ese maridaje entre cine y vino. Y para terminar el día, en el Auditorio Miguel Delibes, la proyección de la Blancanieves de Pablo Berger, con música en directo de la Orquesta Filarmónica de Castilla y León.

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