Conociendo la filmografía de Mel Brooks nos queda bien claro que es un cachondo y lo demostró claramente a
principios de esta semana cuando plasmaba sus huellas en cemento para
la posterirdad delante del emblemático TCL Chinese Theatre de Hollywood, un teatro muy significativo para Brooks, puesto que su película 'Sillas de montar calientes' ('Blazing Saddles', 1974) transcurría a la puerta de ese teatro.
A sus 88 años, Mel Brooks apareció con una sonrisa
de oreja a oreja para plasmar sus huellas en el cemento y con un pequeño
truco visual que divirtió a todos por la ocurrencia: una de sus manos
contaba con seis dedos y quedó plasmada frente al
teatro. Después, el director, mostró orgulloso a los fotógrafos la
prótesis de su sexto dedo, preparado especialmente para la ocasión.
No esperábamos menos de Mel Brooks, que este año cumple el 40 aniversario de una de sus películas más divertidas y emblemáticas 'El jovencito Frankestein' ('Young Frankestein', 1974).
Vía | Cinemanía
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