Parecía que era una moda pasajera, y que combinación de la crisis y los patinazos taquilleros acabaría por enterrarla al poco tiempo. Pero no hay tutía: los remakes siguen imponiendo su ley en Hollywood, y al ver listas como esta (en la que hallamos la friolera de 104 películas en vísperas de ser rehechas) uno se pregunta si queda todavía algún filme clásico cuyo nombre no haya sonado como candidato para una nueva versión.
Si bien muchos de estos proyectos nos dejan indiferentes (“Ah, ¿que quieren rodar de nuevo Línea mortal? Pues vale”), también están aquellos cuya mera idea nos pone los pelos como escarpias, dándonos intensas ganas de cometer un sabotaje en el plató de turno. Hablamos de remakes que toman como referencia clásicos insuperables, o películas que ocupan un lugar especial en nuestra memoria de cinéfilos, y que resultan absurdos, en suma, por pretender hacerle un órdago a filmes que necesitan una modernización tanto como Scarlett Johansson un sujetador con relleno. Bastantes de estas tentativas podrían acabar sumidas en el infierno de la preproducción, o padeciendo ignominiosos estrenos directos a dvd, pero hay otras que amenazan con llegar a los cines envueltas en la pompa y boato de un blockbuster… si nadie lo remedia antes.
1997: Rescate en Nueva York
El original: Allá por 1981, con un presupuesto de risa y efectos especiales a cargo de un tal James Cameron, el maestro John Carpenter no sólo firmó una obra imprescindible del futurismo distópico. También se las apañó para convertir a Kurt Russell (por entonces, una ex estrella juvenil de Disney) en ‘Serpiente’ Plissken, el héroe de acción más malote y más tuerto de la historia.
¿Por qué deberían detener el remake? Descartados los nombres de Tom Hardy, Jason Statham y Jeremy Renner, la nueva versión del filme que prepara Silver Pictures tiene una terna de posibles protagonistas formadas por Charlie Hunnam, Dan Stevens y Jon Bernthal. Y, con todos nuestros respetos, ni el héroe de Pacific Rim ni los otros dos candidatos parecen capaces de igualar la olímpica chulería de Russell en el original. Por otra parte, cabe decir que Rescate en Nueva York fue un producto de su época, que tratar de remozarla sólo traería quebrantos y que, además, Carpenter ya filmó un remake encubierto en forma de secuela con 2013: Rescate en L.A. (1996).
Le llaman Bodhi
El original: Lealtades en conflicto, atracos bancarios y surf, muchísimo surf: en 1991, antes de ser una cineasta ‘respetable’ y con Oscar, Kathryn Bigelow juntó a Keanu Reeves (policía obsesivo) y Patrick Swayze (delincuente místico) en un actioner que no sólo hizo época, sino que también creó estilo.
¿Por qué deberían detener el remake? Interrumpir este disparate puede costar, dado que la película está ya en rodaje y tiene previsto su estreno para 2015, pero todavía estamos a tiempo. Porque, aun dándoles el beneficio de la duda a los actores Édgar Ramírez y Luke Bracey, el hecho de que Ericson Core ocupe la silla del director nos da ganas de enfundarnos una máscara de Richard Nixon: si en su día Bigelow sorprendió a muchos con su inventiva formal, en el currículum de este director sólo hallamos un biopic deportivo bastante normalito (Invencible, 2006). Además, el productor Andrew Kosove ha anunciado que la nueva versión prescindirá del surf, centrándose en otros deportes de riesgo. ¡Sacrilegio!
Los siete samuráis
El original: Sí, se han atrevido. La película con la que Akira Kurosawa sentó las bases del cine de acción, y que ya tuvo sendos remakes en forma de western (Los siete magníficos) y ciencia-ficción (Los siete magníficos del espacio), podría ser modernizada en breve. Y espera a leer las premisas de la nueva versión…
¿Por qué deberían detener el remake? Con Scott Mann (El gran torneo) como director, John Fusco (Arma joven) al guión y respaldado por el poderío de la Weinstein Company, el remake de Los siete samuráis se llevaría la acción a nuestros días, ambientando la historia en Tailandia y cambiando a los guerreros feudales por mercenarios veteranos de la Guerra de Irak. ¿Suena espantoso? Pues sí, pero aún hay esperanza: el filme fue anunciado en 2011, y desde entonces no se ha sabido nada de él. Lo mismo Kurosawa-san ha tomado cartas en el asunto desde el Olimpo de los cineastas…
Westworld, almas de metal
El original: Michael Crichton, el escritor que nos dio Parque Jurásico, también era un cineasta muy competente: este thriller de ciencia-ficción, estrenado en 1971 y con Yul Brynner como implacable ciberpistolero, consagró en el cine la figura del androide asesino. Sin ir más lejos, James Cameron tomó buena nota de ella para Terminator.
¿Por qué deberían detener el remake? Buena parte del encanto de Westworld reside en dos puntos básicos: su estética setentera y discotequera, por un lado, y por otro una gran cantidad de ideas que, si bien rompedoras en su día, ahora se han convertido en tópicos. Es cierto que, hallándose al frente J. J. Abrams, Jonathan Nolan y un Ed Harris robotizado, este remake es de los que menos nos huelen a chamusquina. Pero mucho tendrán que escurrirse las meninges el creador de Perdidos y el hermanísimo de Christopher Nolan para que la jugada les salga bien.
Jumanji
El original: Con la muerte de Robin Williams aún doliéndonos en el recuerdo, tal vez no sea de buen gusto recordar que una de sus películas más divertidas (la que protagonizó en 1995 con Joe Johnston dirigiendo y una Kirsten Dunst jovencísima en el reparto) va camino de ser rehecha. Pero así es…
¿Por qué deberían detener el remake? Hace un mes escaso, la productora Columbia avisó de que sus planes seguían en pie pese al fallecimiento de Williams, con lo que la nueva Jumanji (guionizada por Zach Helm -Más extraño que la ficción-) se hará realidad en una fecha aún por determinar. La compañía también indicó que el filme sería más “una actualización” del original que una nueva versión al uso. Y nosotros pensamos en la peor consecuencia de remakear de películas para niños: privar a los adultos de un preciado recuerdo de infancia a cambio de proporcionarles una película olvidable a los chavales de hoy.
Comando
El original: Corría 1984, y un Arnold Schwarzenegger consagrado ya como rey de la acción austrohúngara nos demostró que, además de decir “¡Volveré!” y propinar espadazos cimmerios, también sabía reírse de sí mismo. Claro que dicha prueba tuvo la forma de una de las películas más violentas, destrozonas e inverosímiles (y divertidas, también) de su carrera.
¿Por qué deberían detener el remake? Pese a la deserción del director David Ayer (Sin tregua), que anunció su retirada este julio, la nueva Comando sigue en pie. Los productores mantienen que su intención es rodar una película más oscura y realista que el original, y además cuentan con un actor tan poco dado a cachondeos como Sam Worthington para reemplazar a ‘Arnie’. Ante lo cual, cabe preguntarse: ¿de verdad vale la pena tomar un filme cuyo valor principal estaba en la autoparodia, sólo para darle un baño de seriedad gratuita? Pues va a ser que no…
Videodrome
El original: Parecía imposible, más aún teniendo en cuenta que ya había firmado clásicos del morbo como Vinieron de dentro de… y Rabia, pero en 1983 David Cronenberg rizó el rizo entregando su película más enfermiza hasta la fecha. Hablamos de una desquiciada reflexión sobre la televisión y su influencia en las masas, con la cantante Debbie Harry dándole la réplica a James Woods entre cantidades industriales de gore.
¿Por qué deberían detener el remake? Básicamente, porque hablamos de una película muy personal, de esas que ponen de relieve las obsesiones más oscuras de su autor (y, de rebote, las del espectador) mediante una historia laberíntica y casi ininteligible. Contando con eso, el hecho de que sea Ehren Krueger (Transformers) quien firma el libreto del remake nos hace sentir ganas de insertarnos videocassettes (Betamax, por supuesto) en las aberturas vaginales del esternón. Si el proyecto no se va al traste y acaba llegando a los cines, su estreno será una buena ocasión para gritar aquello de “¡Muerte a Videodrome y larga vida a la Nueva Carne!”.
El secreto de la pirámide
El original: Saltándose a la torera las historias originales de Arthur Conan Doyle, este filme estrenado en 1985 nos convenció de que Sherlock Holmes y el bueno de Watson se habían conocido siendo alumnos de un internado muy siniestro. La película, encantadora por lo demás, le dio ocasión a un tal John Lasseter para probar sus competencias en eso de la animación por ordenador, y prefiguró con su atmósfera y su ambientación algunos rasgos de la saga Harry Potter.
¿Por qué deberían detener el remake? Lo sentimos, pero esto no tiene perdón de la señora Hudson ni del inspector Lestrade: ahora que la fiebre holmesiana que nos invade proporciona grandes productos tanto en la pantalla grande (las películas de Guy Ritchie con Robert Downey Jr.) como en la pequeña (Sherlock, Elementary), ¿de verdad hace falta desenterrar a una de sus precursoras? Chris Columbus, guionista del original y productor del remake, debería andarse con mucho ojo: si los sectarios del Rama Tep armaron una escabechina por quítame allá unas momias profanadas, no queremos ni imaginar cómo reaccionarán ante esto.
Gremlins
El original: Como hace poco te hablamos largo y tendido sobre Gremlins y sus cosas, no nos pondremos pesados: baste decir que, respaldado por un renuente Steven Spielberg, el majara Joe Dante entregó hace 20 años la película navideña más gamberra y monstruosa jamás rodada.
¿Por qué deberían detener el remake? Una vez más, la maquinaria de Hollywood se presta a coger un filme que nos marcó cuando peques para hacerlo añicos mediante un innecesario relanzamiento. Con Chris Columbus (por favor, qué alguien le explique cuatro cosas a este hombre) compartiendo créditos como productor con el mismísimo Spielberg (en fin…), la nueva Gremlins ha sido anunciada este verano como un reboot ambientado en la actualidad y al que Joe Dante no se asomará ni para dar el visto bueno. Ante tal locura, nuestro querido Gizmo no necesitaría comer después de medianoche para transformarse en un monstruito asesino.
Rebeca
El original: Con una desvalida Joan Fontaine encarnando a la anónima protagonista, y un Laurence Olivier extremadamente neurótico, Alfred Hitchcock bordó en 1940 este thriller psicológico, donde una mansión aristocrática se convierte en un espacio invadido por la necrofilia (insinuada), el amor obsesivo (y lésbico) y otras sordideces.
¿Por qué deberían detener el remake? ¿Pensabas que la fiebre remakeadora sólo afectaba a los clásicos del Hollywood ochentero? Nada más lejos de la realidad: Dreamworks se ha tomado lo de “anoche soñé que volvía a Manderley” demasiado por lo literal, fichando al danés Nikolaj Arcel (Un asunto real) y al guionista Steven Knight (Promesas del Este) para adaptar de nuevo la novela de Daphne Du Maurier. Si bien, en esta ocasión, el remake viene rodeado de nombres estimables, seamos realistas: cualquier cineasta que pretenda batirse en duelo con ‘Hitch’ está condenado a caer ante un peso pesado. O, más bien, pesadísimo.
Via:Cinemania
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