La idea era sencilla, pero revolucionaria: un
soporte para cámaras que permitiese moverlas sin sacudidas, y también
sin la necesidad de raíles o grúas. Al principio costó un poco, pero en
1976 Camino a la gloria, Marathon Man y la mismísima Rocky demostraron que aquello funcionaba, incorporándola al arsenal de los directores de cine. En 1980, Stanley Kubrick (quién si no) contrató a su creador Garrett Brown (en la foto) para que la manejase en El resplandor, presionando al inventor con sus exigencias hasta que éste le dio su forma definitiva. Y, desde entonces hasta ahora, la steadicam ha seducido a directores como Scorsese, Tarantino, Steven Spielberg, Paul Thomas Anderson, Joss Whedon, David Fincher y, en general, todos aquellos cineastas que gustan de los movimientos fluidos y los travellings interminables. ¿Cuántas tomas memorables se han rodado con este artilugio? Pues las suficientes como para que el equipo Refocused Media haya compilado una antología de 10 minutos, a partir de los archivos de la web Steadishots.org. En el vídeo encontrarás fragmentos extraídos de grandes películas (Kill Bill, Uno de los nuestros, Pulp Fiction, El club de la lucha, Le llaman Bodhi) y de series como El ala oeste de la Casa Blanca y Expediente X, dispuestos
a demostrarte que, si Brown hubiera guardado su invento en un cajón,
algunas de tus escenas favoritas hubiesen sido mucho menos impactantes.
The Art of Steadicam from Refocused Media on Vimeo.
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