Cada vez son más, van mucho al cine y tienen claro lo que les interesa: los hispano-estadounidenses serán el público objetivo para los 'blockbusters' del futuro. Por YAGO GARCÍA
Tarantino y Robert Rodríguez ya lo sabían...
El bombazo estalló el domingo, en una mesa redonda convocada por la National Association of Theatre Owners (NATO), patronal de exhibidores de cine que, recientemente, se había hecho notar por exigir tráilers sin spoilers a productoras y distribuidoras. El presidente de la entidad John Fithian calificó entonces a los latinos estadounidenses como "el sector más valioso de la audiencia" y "los responsables del mayor cambio en el negocio desde el baby boom" (la gran explosión de natalidad que siguió a la Segunda Guerra Mundial). Una declaración respaldada, como veremos a continuación, por sólidos argumentos.
Empecemos por las cifras: los departamentos de marketing de las majors no pueden olvidar el hecho de que un 44% de los latinos de EE UU ve más de una película al mes en pantalla grande, con una media de seis películas por año, suponiendo un 19% del público global. La afluencia de este colectivo ha llenado las salas, contribuyendo (y no poco) al récord histórico de beneficios registrado por Hollywood en 2012 y 2013, así como a un primer trimestre de 2014 cuyo saldo se ha cifrado en 1.769 millones de euros, un 5,8% más que en el mismo período del año pasado. A lo cual hay que sumar la propensión a acudir al cine en grupo de amigos o en familia. Por otra parte, y según la misma fuente, un 63% del colectivo alquila películas en dvd o Blu-ray con regularidad, y un 76% posee televisores de alta definición. A todo lo cual hay que sumar que el colectivo latino supone 52 millones de personas (un 16% de la población del país), y que su tasa de natalidad supera el 28% anual, muy por encima del resto de grupos étinicos. Según estadísticas que recordó John Fithian, en 2050, uno de cada tres estadounidenses será de origen latinoamericano.
Estamos hablando de una masa en rápido crecimiento, formada además en su mayoría por gente joven, con ganas de gastar y un mediano poder adquisitivo. Está claro que los estudios ya han tomado nota de ello: Yahoo! Movies señala filmes concebidos pensando en las afinidades del público latino, algunos de manera más evidente (la saga Fast & Furious) y otros menos obvios, pero que también cumplieron su cometido. Ahí está Gravity, que le procuró un merecido Oscar al mexicano Alfonso Cuarón y triunfó entre los espectadores hispanos. Pero también podemos señalar otros sectores donde crece esta influencia: mientras Robert Rodriguez invierte sus ganancias en el canal por cable El Rey (bautizado en honor a Abierto hasta el amanecer), el periodista y director de cine El Mayimbe (seudónimo de Umberto González) se convierte en uno de los grandes generadores de scoops y noticias bomba a través de su web Latino Review.
De hecho, González fue entrevistado en 2013 por Variety sobre las relaciones de Hollywood y el público latino, ofreciendo consejos de gran sensatez a las productoras. Por ejemplo, recordar que la gran mayoría de los hispano-estadounidenses tienen el inglés como primera lengua, o incrementar la presencia de su etnia en una industria que (como sabemos) sigue poblada principalmente por anglosajones, tanto delante como detrás de la cámara. Pero, aunque John Fithian elogiara la diversidad en su discurso, las medidas que anunció por parte de los exhibidores fueron mucho más pragmáticas. Por ejemplo, presionar a las autoridades para que permitan vender alcohol en las salas, ofrecer servicios de traducción simultánea o algo que seguramente pondrá los pelos de punta a más de uno: suavizar la prohibición de usar el teléfono móvil durante la proyección.
¿Está subestimando la NATO al público latino proponiendo semejantes medidas? John Fithian y la asociación a la que preside sabrán, y tendrán estadísticas al respecto. Las cuales también les hablarán de factores como la gran diversidad de este sector del público, o el perfil más bien turbio o negativo que tienen los personajes latinos en las peliculas de gran estudio (no hablemos si son mujeres). Nosotros preferimos quedarnos con las palabras del guionista Roberto Orci, que también participó en la mesa redonda. Orci, responsable literario junto a Alex Kurtzmann de Star Trek: En la oscuridad, un filme que también ha arrasado entre los latinos, explicaba así el atractivo de la cinta para este sector del público: "Spock es un inmigrante -legal- que se hace amigo de un gringo, y juntos se van a conquistar la galaxia".
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