Al igual que Jennifer Lawrence en 'X-Men: Días del futuro pasado', estas intérpretes se pasearon por los platós sin molestarse en llevar algo de ropa. Honor a ellas. Por CINEMANÍA
Mathilda May en Lifeforce: Fuerza vital (Tobe Hooper, 1985)
Vistió el traje de Eva porque... Anda que es tonto el director de La matanza de Texas: la productora Cannon le da la ocasión de filmar una de vampiros espaciales (con guión de Dan O'Bannon -Alien-, nada menos) y él aprovecha la coyuntura para hacer que su primera actriz se pasee por Londres en pelota picada, mientras succiona hemoglobina de formas creativas a la par que truculentas. Tratándose de una criatura inmortal y primigenia, suponemos, las normas indumentarias de los meros mortales no la incumben.
Astrid Bergès-Frisbey en Piratas del Caribe: En mareas misteriosas (Rob Marshall, 2011)
Vistió el traje de Eva porque... Como nos revelan la mitología y el arte clásico, las sirenas suelen ir en pelota picada por las profundidades oceánicas. Una norma que, sin ir más lejos, seguía la Daryl Hannah de 1,2,3... ¡Splash! (hasta que renunciaba a su colita) y que aquí se dio de bruces con las ansias family friendly del emporio Disney: si bien la buena de Syrenia pasaba su cautiverio como Poseidón la trajo al mundo, su abundosa cabellera cubría oportunamente los puntos comprometidos de su desnudez. Menos mal que Jack Sparrow (Johnny Depp) estaba pendiente de los encantos de Penélope Cruz, que si no...
Linnea Quigley en El regreso de los muertos vivientes (Dan O'Bannon, 1985)
Vistió el traje de Eva porque... Si los Parálisis Permanente gustaban de jugar a las cartas en el cementerio, la punkita llamada Trash e interpretada por Quigley es aficionada a practicar el nudismo entre lápidas y losas fúnebres. Una afición que a nosotros nos inspira mucha simpatía, y que llega a sus últimas consecuencias al comenzar el Apocalipsis zombie de rigor. Porque, cuando una está rodeada de muertos vivientes por todas partes, lo de recuperar la ropa y ponerse guapa antes de salir huyendo como que no procede demasiado. Cuando por fin ocurre lo inevitable, su conversión en guarrizombie nos ofrece un momento para la historia.
Monique Gabrielle en Amazonas en la luna (VV AA, 1987)
Vistió el traje de Eva porque... Tan olvidada hoy en día como descacharrante y reivindicable, Amazonas en la luna fue un contubernio pop en el que Joe Dante, John Landis y otros directores parodiaban y homenajeaban el mundillo televisivo. Ahora bien: aunque la mayoría de sus múltiples sketches tengan gracia, el que permanece más vivamente en nuestra memoria es aquel en el que la estrella de un canal por cable 'para adultos' (Gabrielle, modelo erótica en la vida real) se dedica a pasear por Malibú en ropa de trabajo. Es decir, sin nada de ropa. Ojo, porque la chica es muy culta y sofisticada: para saberlo, no hay más que ver cómo se emociona al visitar un museo.
Rae Dawn Chong en En busca del fuego (J. J. Annaud, 1981)
Vistió el traje de Eva porque... La desnudez de cine es un fenómeno con muchas formas y variedades. Y, de todas ellas, la más amanosa es la que incluye una coartada antropológica, como en este caso: desminitiendo a la Raquel Welch de Hace un millón de años, la señorita Dawn Chong nos demuestra que en la prehistoria sí se había inventado el maquillaje, pero no el sujetador (ni aunque éste fuese de piel de mamut). Y, por si eso fuera poco, se da al fornicio con el protagonista Everett McGill mientras los compañeros de éste (incluido Ron Perlman) los contemplan desde la distancia con un calentón que pá qué.
Gilda Texter en Punto límite: cero (R. C. Sarafian, 1971)
Vistió el traje de Eva porque... Sabido es que a don Guillermo Cabrera Infante se le aprecia mucho en esta casa, tanto por su amor al cine como por su habilidad para manipular los entresijos del lenguaje. Sin ir más lejos, en esta película (cuyo libreto firmó con su seudónimo de Guillermo Caín) el genio cubano reparó en que "motorista" rima con "nudista". De modo que plantificó a una señorita con mucha cilindrada y sin nada de ropa para alegrarle la vista a Kowalski (Barry Newman) en su anfetamínico viaje por la América profunda.
Sandrine Holt en Rapa Nui (Kevin Reynolds, 1994)
Vistió el traje de Eva porque... Dejar un legado capaz de mantener en jaque a los arqueólogos más eminentes tiene su precio, como nos probó este filme: tan ocupados estaban los habitantes de la Isla de Pascua erigiendo sus estatuas moai y masacrándose entre ellos que jamás se les ocurrió diseñar un suje en condiciones. Así, en esta nueva muestra de desnudez con coartada histórica, Holt vive su romance con el cachas Jason Scott Lee rodeada de cabezones pétreos, y con las cervatillas gemelas pastando en libertad.
Esmé Bianco en Juego de tronos (serie, 2011-...)
Vistió el traje de Eva porque... Estamos de acuerdo en que la pobre Ros no era el personaje más querido de la serie. Y que, aunque no muy a menudo, esta prosti pelirroja también apareció vestida frente a las cámaras de HBO. Ahora bien: la suya es la anatomía que hemos visto más veces y con más detalle en el culebrón medieval-fantástico, incluyendo una última aparición cuyas implicaciones erótico-necrófilas nos dan escalofríos.
Delphine Chanéac en Splice (Vincenzo Natali, 2009)
Vistió el traje de Eva porque... Una vez más, nos encontramos con un desnudo por razones de fuerza mayor: cuando eres un engendro genético al que sus progenitores (los mad doctors Adrien Brody y Sarah Polley) mantienen apartado del mundo, encontrar algo aparente en las rebajas está fuera de tu alcance. Claro que, a fuerza de horas de soledad, uno encuentra otros modos de pasar el rato. Asegurar la continuidad de tu especie, por ejemplo.
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