El material grabado por el actor antes de su repentino fallecimiento
no son suficientes y el filme usará dobles de cuerpo con inserto
digital del rostro para completar algunas escenas. Por CINEMANÍA
Tras el shock de
la muerte de Paul Walker en un accidente automovilístico, la primera reacción de
Universal fue
detener la producción de Fast & Furious 7 y
retrasar su estreno, previsto para este año, hasta 2015. Así el director
James Wan y el resto del equipo tuvieron tiempo de decidir qué hacían con el personaje de
Brian O'Conner
ahora que su intérprete había desaparecido. La decisión final fue
mantener al personaje brindándole una salida de la franquicia dentro de
la narración de la película, para lo que se emplearía el material ya
grabado por Walker antes de su accidente. Sin embargo, según una pieza
del
New York Daily News, parece
que esas imágenes no son suficientes y necesitan ser completadas por
razones de coherencia. Para ello se cuenta con hasta cuatro dobles de
cuerpo del actor, que se utilizarán para filmar algunos movimientos y
como base a la inserción digital de su rostro para determinadas imágenes
(algo similar sucederá con
Philip Seymour Hoffman en
Los juegos del hambre: Sinsajo; no es la primera vez que la muerte no finaliza la carrera de un actor). De
momento la información procede de una fuente anónima y no oficial, pero
parece la opción más clara y posible tecnológicamente para completar la
última intervención del actor en una saga de la que era parte
fundamental. Sólo esperamos que se trate de una medida de emergencia
para rematar pequeños pespuntes, no de un festival CGI de dudoso gusto.
Fast & Furious 7 se estrenará el 10 de abril de 2015.
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