Durante la fiesta de los Globos de Oro, la actriz sólo tenía una respuesta para las preguntas de los periodistas: "Necesito trabajo". ¿Tan mal le va a la antigua musa de Tarantino? Por CINEMANÍA
¿En qué momento se torció la carrera de Uma Thurman? La bostoniana, a quien Terry Gilliam vio delineada con trazo de Botticelli en Las aventuras del barón Munchausen y los corsés de Las amistades peligrosas estilizaron aún más, fue una de las grandes promesas de los 90 gracias a la Mia Wallace de Tarantino (nominación al Oscar y primera a los Globos de Oro incluidas) y su alianza con directores como Gus Van Sant o Woody Allen. Sin embargo, la inclemencia de Hollywood hacia decisiones no demasiado afortunadas al encarar el mainstream (Batman & Robin, Los vengadores, Paycheck, Mi super ex-novia...) parece que han dejado a la talentosa actriz a la merced de los telefonazos de Tarantino para Kill Bill y poco más, mientras se deja ver en comedias románticas de dudosa fachada (Una mamá en apuros, Un buen partido), sagas de fantasía juvenil desganada (Percy Jackson y el ladrón del rayo), recupera prestigio crítico con la serie de televisión musical Smash y Lars von Trier la rescata momentáneamente para Nymphomaniac. Esperamos que en la fiesta de los Globos de Oro hubiera algún agente de cásting dispuesto a remediar esta injusticia... o que Quentin vuelva a acudir en su ayuda.
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