El actor británico decide mandar un mensaje desde el Viejo Mundo a todos los estadounidenses que hoy conmemoran la fiesta de la cosecha de los primeros colonos. Por CINEMANÍA
Hoy se celebra en EE UU el Día de Acción de Gracias y Gary Oldman está harto. El actor, nacido en Londres, no soporta que los estadounidenses se dediquen a celebrar con comilonas y banquetes (con la receta de pollo de Marilyn Monroe, por ejemplo) la llegada de los primeros grupos de peregrinos que se marchaban de Inglaterra para rehacer su vida en el Nuevo Mundo. A través del show de Jimmy Kimmel, les ha hecho llegar un mensaje nada rencoroso sobre el asunto. Pero lo bueno empieza en el minuto 1'20'', cuando Oldman abandona toda flema británica y comienza lo que podríamos denominar una batalla de comida consigo mismo que resulta verdaderamente catárquica. ¿Por qué no vemos a este hombre en comedias más a menudo?
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