Todavía no me he cansado de de comer pintxos en la barra y tener que correr de un lado a otro para llegar a tiempo a las proyecciones en el Festival de Cine de San Sebastián, y mucho menos de ver 4 películas diarias y de hablar de cine a todas horas. Llegamos al ecuador del festival en una edición que le ha costado arrancar, pero que por fin empieza a enseñarnos grandes títulos.
Ya se ha entregado un Premio Donostia —el de Carmen Maura—, se ha visto una película que no se ha entendido y que ha hecho que prensa y público se devanen los sesos para entenderla, hemos soportado aquelarres eternos, gritos de fanáticas, parejas maduras en crisis, curanderos franceses…Una selección variopinta y a la vez con muchas cosas en común —referencias a ‘Vertigo’ (id,1958) de Hitchock en tres películas, dobles, parejas maduras—, que de momento, está dejando bastante frío al público en general. Hagamos un pequeño repaso a lo más destacado de lo que se ha podido ver estos días en el festival donostiarra.
‘Enemy’, de la dualidad a la aracnofobia
Basada en la novela ‘Un hombre duplicado’ de José Saramago, ‘Enemy’ nos cuenta la historia de un hombre que descubre la existencia de una persona idéntica él. Esto le llevará a plantearse su propia existencia y a una obsesión por entender y adentrarse en la vida. Con unas connotaciones filosóficas que se me escapan de las manos, ‘Enemy’ puede que sea una de las películas más cautivadoras y tensas de los últimos años.
La espléndida dirección de Villeneuve en su primera película en inglés, la excelente fotográfia, la sútil interpretación de Jake Gyllenhaal de dos personajes idénticos físicamente y tan diferentes en todo lo demás, su incomprensible afición por las arañas, sus secuencidas enigmáticas y su final que deja total libertad a hacer sus propias interpretaciones: la dualidad, el ser único, la duplicidad de nuestras acciones. Un relato tenso que está dando mucho que hablar y que ha servido para que se hable de Villeneuve antes de la llegada de ‘Prisoners’, su segunda película en el certamen y que está causando sensación allá donde va.
El ‘Caníbal’ del traje
La nueva película de Manuel Martín Cuenca está rodeada de un hype que es muy díficil no decepcionar. La película que dejó muy buen sabor de boca en el Festival de Toronto y que es una de las 4 candidatas a representar a España en los Oscar. Con una dirección sobria y elegante, una fotografía espectacular y tres secuencas rodadas con una maestría que merecen 3 Oscar respectivamente por sí mismas, ‘Caníbal’ no termina de convencer al dejar de interesar al espectador, quien no se identifica con la escena de amor entre el personaje de Antonio de la Torre y Olimpia Melinte.
‘Gravity’ o como no respirar durante hora y media
‘Gravity’, el drama espacial de Alfonso Cuarón es, sin duda, una de las películas más esperadas del año. Tras su paso por el Festival de Venecia, era de esperar que su aterrizaje en el festival donostiarra estuviera cargado de expectativas y no las ha decepcionado.
‘Gravity’ debería no existir en su versión 2D, y es que por aquí se habla mucho de que habrá un antes y un después en la historia del 3D utilizado con sentido en una película. Una historia de supervivencia, de debilidad y fortaleza, con un transfondo tan humano y real y una acción trepidante con la que esl espectador deja de respirar y parpadear durante hora y media. Y sí, todo lo que habéis oído sobre Sandra Bullock es verdad: va en camino de ganar su segundo Oscar.
Brujas y The Beatles
La Sección Oficial se está presentando bastante floja, por suerte y como agua de mayo, llega justo en el ecuador del certamen la nueva película de David Trueba, ‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’, una película que brilla por su sencillez, ternura y alegría de vivir. Trueba da a Javier Cámara uno de los mejores papeles de su carrera, que construye un personaje paternal, protector, solitario y a la vez, algo enimágtico que muy bien podría valerle la Concha de Plata al Mejor Actor. Sencilla, sin florituras, divertida y con un aire nostálgico, ‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’ es una pequeña delicia que podría funcionar muy bien en taquilla.
Y siguiendo con el cine español, también puedo hablar de ‘Las brujas de Zugarramurdi’ de Álex de la Iglesia: una locura gamberra que arranca con lo mejor del Álex de la Iglesia de ‘La Comunidad’ (id, 2000), pero que evoluciona hace una opción demasiado mainstream.
Hasta aquí el pequeño sumario de lo que más me ha llamado la atención en lo que llevamos de Festival. Y ahora os dejo, que me voy a comer un pintxo de tortilla.
Via:blog de cine
