Hace poco más de un año se anunciaba que la adaptación cinematográfica de ‘El hobbit’, el célebre libro de J.R.R. Tolkien, iba a convertirse finalmente en una trilogía. Los hay que celebraron esta noticia al así garantizarse una película adicional de Peter Jackson ambientada en la Tierra Media, pero yo me posicioné entre los que estaban totalmente en contra de esta decisión, ya que me parecía un completo exceso por mucho que quisieran justificarlo añadiendo historias ajenas al propio libro —apéndices de ‘El señor de los anillos’—. Y es que ya la decisión de dividir un dinámico libro de aventuras como ‘El hobbit’ en dos entregas me parecía discutible, por lo que ampliarlo a tres me parecía sencillamente disparatado.
Una de las cosas que se podría deducir de esta decisión es que Peter Jackson no iba a sentir en esta ocasión la necesidad de realizar un montaje extendido de cada una de las tres películas al haber tenido espacio de sobra para incluir todo lo que quisiera en las mismas. Sin embargo, acaba de saberse que Warner va a lanzar una versión extendida de ‘El hobbit: Un viaje inesperado’ (‘The Hobbit: An Unexpected Journey’, Peter Jackson, 2012), siendo mi reacción la de preguntarme si realmente hacía falta algo así desde el punto de vista artístico.
Justo encima de estas líneas tenéis una de las escenas que encontraremos en el el dvd y blu-ray que se pondrá a la venta en España el próximo 5 de noviembre. Será un total de trece minutos de momentos inéditos los que se añadirán al montaje cinematográfico de ‘El hobbit: Un viaje inesperado’, amén de más de ocho horas de contenidos adicionales que harán las delicias de los amantes de la película. Seguro que no faltarán los que piensen que soy un amargado que aprovecha cualquier ocasión para criticar una película que en realidad sí me gustó —aunque estuvo lejos de entusiasmarme—, pero lo que más me interesa en estos momentos es saber hasta qué punto tiene legitimidad la existencia de una versión extendida, no ya sólo de ‘El hobbit: Un viaje inesperado’, sino de forma general.
Las versiones sin censura
De un tiempo a esta parte es cada vez más habitual ver que determinadas cintas, en especial títulos de terror amparadas por una major de Hollywood, acaban consiguiendo lo que se vende como versiones sin censura para conseguir así un atractivo especial entre los fans del género. Sin embargo, la abrumadora mayoría de las veces no son más que el montaje original que luego tuvo que ser convenientemente suavizado por el propio estudio para conseguir la calificación por edades deseada en Estados Unidos. Esto es lo que yo entiendo como poco mejor que una estafa, ya que en salas tuvimos que conformarnos con una versión ligeramente alterada —los cambios rara vez van más allá de unos pocos minutos de diferencia centrados por lo general en la carga gore, y eso si no se queda en apenas unos segundos como sucede con ‘La matanza de Texas 3D’ (‘Texas Chainsaw 3D’, John Luessenhop, 2013)—.
No obstante, atacar de forma directa todos estos casos no es aconsejable, ya que en el caso español también aparecen ocasionalmente títulos que sí sufrieron los efectos de la censura en su momento y con la llegada del dvd al fin tuvimos la oportunidad de disfrutar de ellos en su integridad. Eso sí, lo más curioso en estos casos es que entonces suele hablarse del montaje íntegro no vistos en salas, haciendo hincapié en que determinadas escenas no cuentan con doblaje español —hay quien prefiere ver las películas así por mucho que me pueda llegar a costar entenderlo más allá de ser una costumbre— para evitar posibles reclamaciones.
Los montajes del director
Todo cinéfilo que se precie debe estar al tanto de que el director rara vez tiene la capacidad de decidir cuál va a ser el montaje final de su obra a poco tenga que contar con un respaldo económico importante. Uno de los más proclives a sacar su propia visión a posteriori es Ridley Scott, quien sorprendió a todo al mundo cuando se confirmó que había rechazado tal posibilidad en el caso de ‘Prometheus’ (id, 2012). Sería poco productivo ir señalando todas las veces que lo ha hecho, pero me gustaría reivindicar el caso de ‘El reino de los cielos’ (‘Kingdom of Heaven’, 2005), cinta duramente criticada durante su estreno en salas, pero que luego contó con un montaje del director que, sin ser para nada brillante, solucionaba muchas de dichas pegas.
Ayer mismo hubo quien también defendía el montaje de David Twohy de ‘Las crónicas de Riddick’ (‘The Chronicles of Riddick’, 2004) con motivo de mi ataque hacia la misma en el post en el que os hablaba de la precuela de ‘Riddick’ (id, David Twohy, 2013) y son más los ejemplos —me viene a la mente ahora mismo el montaje de Richard Donner de ‘Superman II’ (id, 1980)— en los que la versión del director realmente añade elementos de interés a la película en cuestión. Sin embargo, no se ha librado de dudosas maniobras comerciales como el hecho de llamar así al nuevo montaje de ‘Alien 3’ (id, 1992) cuando David Fincher no tuvo implicación alguna en el mismo, hecho que se subsanó posteriormente aludiendo a ella como una versión alternativa.
Los montajes extendidos
Ha llegado un punto en el que parece que incluir escenas eliminadas en las ediciones en dvd y blu-ray de una película no es visto como algo suficientemente atractivo cuando es algo clave para permitir valorar su posible brillantez por separado y lo poco que en realidad aportan a la película en cuestión. Una de mis favoritas aparece en el dvd de ‘Alta fidelidad’ (‘High Fidelity’, Stephen Frears, 2000) y en ella podemos ver a John Cusack visitando a una mujer despechada que está deseando malvender la colección de su infiel marido. Es una gran escena directamente adaptada de la novela de Nick Hornby, pero también está perfectamente eliminada por el posible bache de ritmo que causaría en la misma.
La sensación descrita más arriba es la que suelen transmitirme las cintas que parecen apostar simplemente por un montaje extendido como una maniobra de marketing para vender más copias. He de reconocer que sí disfruté con varias de las escenas incluidas en las versiones ampliadas de ‘El señor de los anillos’, pero también era una novela descomunal que daba pie a ello, obviándose además las situaciones de la obra de Tolkien —Tom Bombadil, el saneamiento de la comarca, etc.— que dudo mucho que hubiesen llegado a funcionar en su adaptación cinematográfica.
Por desgracia, en el caso de ‘El hobbit: Un viaje inesperado’ tengo la sensación contraria, ya que Peter Jackson va a contar con más de 8 horas para poder hacer y deshacer a su antojo con un material que ya de por sí es dudoso que dé para tanto sin notarse claros bajones de interés. Habrá quien esté encantado de ver hasta el más mínimo detalle —y algunos sacados de la manga para rellenar metraje—, pero hay que saber distinguir lo que realmente aporta algo a una película y lo que ya es suficiente que aparezca como mucho bajo la forma de una escena eliminada, y lo cierto es que ya varias de las incluidas en el montaje cinematográfico podrían haber corrido esa suerte sin que al menos yo fuera a quejarme por ello.
Via:Blog de cine