Cualquiera de estos candidatos podría ponerse tras la cámara de la saga galáctica. ¿Cuál es tu favorito? Por YAGO GARCÍA
Christopher Nolan
¿Por qué le proponemos? Porque, gracias a su labor en la trilogía de Batman, la inclusión de su nombre junto a las palabras Star Wars provocaría una cadena de orgasmos entre los fanboys y las fangirls de todo el mundo mundial. Y porque sabe darle un sello autoral a superproducciones con presupuesto de siete cifras, también.
Los pros: La acción trepidante de las tres primeras películas, compaginada con ese tono 'adulto' que Lucas trató de conferir a las precuelas sin conseguirlo. Lo mejor de ambos mundos, vaya.
Los contras: Si el aire de solemnidad que recorría El caballero oscuro: La leyenda renace se nos atragantó a algunos, no queremos ni imaginarnos qué podría hacer Nolan con los aspectos más esotéricos de la filosofía Jedi.
Matthew Vaughn
¿Por qué le proponemos? Si buscamos a un cineasta capaz de conectar con el público más hambriento de gamberrismo, el autor de Kick-Ass y X-Men: Primera generación es nuestro hombre. Además, tras su abandono de la saga mutante, Vaughn está teóricamente libre de compromisos...
Los pros: El director entregaría una aventura llena de acción, y podría conjugar la ligereza con el 'mensaje' sin quedar forzado. Además, ¿alguien dijo Michael Fassbender?
Los contras: Por mucho que se esfuerce, y se esfuerza mucho, Vaughn no parece haberle cogido el tranquillo a las set pieces apoteósicas y con efectos especiales a tutiplén.
David Yates
¿Por qué le proponemos? Este británico tomó las riendas de una saga millonaria en mitad de su recorrido, encarrilándola y ganándose la confianza de los fans. Si las últimas películas de Harry Potter le salieron tan bien, ¿por qué no darle una oportunidad galáctica?
Los pros: En El misterio del príncipe y el díptico Las reliquias de la Muerte, Yates demostró que compaginar la tragedia épica con la acción (también épica, claro) se le da de lujo.
Los contras: El estilo british del cineasta le vino muy bien a la saga de Harry. Pero recordemos que, cuando el inglés Richard Marquand se puso al frente de una entrega del serial, le salió El retorno del Jedi...
Alfonso Cuarón
¿Por qué le proponemos? Parece que Gravity, el proyecto del mexicano con George Clooney, va a estrenarse por fin tras una larga travesía del desierto. Lucasfilm haría bien en abordar a Cuarón y hacerle una oferta.
Los pros: En Harry Potter y el prisionero de Azkaban, Cuarón probó su capacidad para abordar una franquicia. Y, en Hijos de los hombres, nos dejó claro que su acercamiento a la ciencia-ficción es creativo, personal y nada tópico.
Los contras: Nos tememos que este director no tiene muy buena mano para negociar con los productores. En sus manos, el Episodio VII podría acabar condenado al infierno de los remontajes y las fechas de estreno diferidas.
Josh Trank
¿Por qué le proponemos? Ha llegado la hora de apostar por el talento joven: con un solo largometraje en su haber (Chronicle), Trank figura ya en la nómina de las grandes promesas del cine fantástico.
Los pros: Una optica desprejuiciada, innovadora y atrevida sobre la saga galáctica. Ver un filme de Star Wars rodado como un falso documental, cámara en mano, molaría, ¿a que sí?
Los contras: Además de su contrato con Marvel para dirigir Los Cuatro Fantásticos, Tranks tiene pendiente su adaptación del videojuego Shadow of the Colossus. Un filme este que ya corre peligro, y que podría irse al traste para los restos si se embarca en otro proyecto multimillonario.
Rodrigo Cortés
¿Por qué le proponemos? Además de para hacer patria, el nombre del cineasta gallego figura en este informe por su versatilidad y su buena prensa en Hollywood. Además, Cortés tiene una doble faceta como director y guionista que puede dar mucho de sí.
Los pros: Tras sendas raciones de claustrofobia como Buried y Luces rojas, el director podría sacar mucho jugo a horizontes mucho más amplios, estrellados y llenos de cazas Ala-X.
Los contras: Dada su carrera hasta la fecha, Cortés parece más hombre de thrillers que de blockbusters. Habría que ver cómo se le daba su transición al gran formato.
Zack Snyder
¿Por qué le proponemos? Puedes amarle, o puedes odiarle, pero el director de Watchmen y 300 nos asegura raciones dobles de espectacularidad y violencia interestelar. Una vez que El hombre de acero llegue a los cines, sabremos si su carrera es un bluff o si su talento está a la altura de su ego.
Los pros: En manos de Snyder, tendríamos una Star Wars mucho más brutal y desmesurada de lo que jamás soñó George Lucas. Además, el chico es fan de la saga...
Los contras: La idea de ver el montaje fast forward característico de Snyder aplicado a un combate con sables de luz no nos seduce demasiado, la verdad.
Duncan Jones
¿Por qué le proponemos? Si has visto Moon y Código fuente, sabrás que el hijo de David Bowie tiene pocos rivales cuando de rodar ciencia-ficción se trata. El serial galáctico saldría muy beneficiado de su enfoque indie.
Los pros: Jones es experto en tomar argumentos que parecen trillados para darles formas que sorprenden al público y la crítica por igual. Por otra parte, lo mismo tenemos suerte y papá David se marca un cameo como Lord del Sith...
Los contras: Según ha declarado, Duncan Jones piensa tomarse un descanso de la ciencia-ficción rodando películas de otros géneros. Bueno, tal vez cambie de opinión a la altura de Episodio VIII.
Drew Goddard
¿Por qué le proponemos? Puede que, dado su compromiso con Los Vengadores II, Joss Whedon no esté ahora mismo para halcones milenarios. Pero su colega Goddard, director de La cabaña en el bosque y guionista de Monstruoso, está soltero y libre fílmicamente hablando...
Los pros: Si queremos directores que aporten ideas nuevas a la saga, Goddard es nuestro hombre. ¿Por qué? Tendrás que ver La cabaña en el bosque para saberlo...
Los contras: Además de la relativa inexperiencia de Goddard (su filmografía como director sólo tiene un título), la accidentada trayectoria de La cabaña en el bosque nos hace sospechar que el autor es un gafe como la copa de un pino.
Brad Bird
¿Por qué le proponemos? Doblemente oscarizado por su trabajo en Pixar, el director de Misión: Imposible - Protocolo fantasma es un 'hombre de la casa' muy familiarizado con los entresijos de Disney.
Los pros: Si has visto su película con Tom Cruise, entenderás por qué el nombre de Bird se repite tantas veces en las quinielas de los fans. La acción saturada de efectos especiales parece tener pocos secretos para él.
Los contras: Ahora mismo, Bird prepara 1906, su superproducción sobre el gran terremoto de San Francisco. O le hacen cambiar de idea a golpe de talonario, o tendremos que esperar al siguiente episodio de la trilogía.
Guillermo Del Toro
¿Por qué le proponemos? Nuestro mexicano favorito también entra en la lista de maestros del fantástico contemporáneo. Si no le tuviéramos en cuenta para la lista incurriríamos en un pecado sin perdón del fauno, ni de Hellboy.
Los pros: ¿Harto de criaturas CGI con el espesor de un sello? ¿Quieres que Star Wars vuelva a su glorioso pasado de maquetas y animatronics? Pues Guillermo es tu hombre. Y, además, estando él en la saga, veríamos en ella a Ron Perlman, de fijo.
Los contras: La presencia de Del Toro en el Episodio VII sólo nos da reparo por su historial de "ahora sí, ahora no" que tanto perjudicó al desarrollo de El Hobbit.
Kevin Smith
¿Por qué le proponemos? Si te sorprende encontrar al hombre de Clerks en este informe, recuerda que estamos hablando del director más warrie del panorama actual, un puesto que sólo le disputa Seth McFarlane (Ted, Padre de familia).
Los pros: Estando Smith al timón de una entrega de Star Wars, podríamos ver por fin la historia de los trabajadores autónomos que curraban a bordo de la Estrella de la Muerte. Sólo por eso, merecería la pena ficharle.
Los contras: Aunque Red State nos haya hecho recuperar (parcialmente) la fe en su talento, el Smith de los últimos años es la sombra de lo que fue. Ahora bien, le vendría bien un huequecito como guionista cocinando gags e interludios cómicos.
J. J. Abrams
¿Por qué le proponemos? Otro nombre que corre en boca de todo el mundo desde que se anunció la nueva película. ¿Hace falta que digamos los motivos?
Los pros: Amigo de Spielberg, acostumbrado a los grandes presupuestos, experto en franquicias multimedia, buen director, buen guionista... ¡Este chico lo tiene todo!
Los contras: En dos palabras: Star Trek. Ver cómo J. J. aparca la franquicia del Enterprise para dirigir un episodio de Star Wars sería un espectáculo comparable al de Pep Guardiola dejándolo todo para entrenar al Real Madrid.
Jon Favreau
¿Por qué le proponemos? Tras los buenos servicios prestados al cine comiquero con Iron Man, Favreau resulta un nombre muy apto para la saga galáctica. Recordemos, además, que tuvo un papel como actor de voz en la serie animada Las Guerras Clon.
Los pros: La solvencia de un artesano con buenas maneras, dispuesto a entregar un trabajo digno que contente a los fans sin florituras innecesarias.
Los contras: Además de lo fríos que nos dejó Cowboys and Aliens, recordemos que Favreau tiene pendientes el musical Jersey Boys y unos cuantos trabajos como actor, incluyendo The Wolf of Wall Street para Scorsese. ¿Elegir entre 'Marty' y Star Wars? Sí, a nosotros también se nos partiría el corazón.
Nacho Vigalondo
¿Por qué le proponemos? "En mi Star Wars 7, las tramas principales implican un esguince, la pérdida de un mechero y un enredo sentimental entre semana", afirmaba el cántabro universal el pasado jueves en su Twitter. Con eso está todo dicho.
Los pros: En manos de Vigalondo, el Episodio VII pasa a ser una comedia intimista ambientada en el cuarto de contadores de un superdestructor. En su papel de soldados imperiales, Carlos Areces y Raúl Cimas comentan la feroz batalla estelar que nosotros sólo vemos a través de una pantalla de vídeo.
Los contras: El argumento anterior puede parecerle prometedor a algunos, y una blasfemia imperdonable a otros tantos. Sobre gustos no hay nada escrito, ya se sabe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario