Superman IV: En busca de la paz (1987)
¿Por qué es tan horrible? Tras el fracaso de Supergirl y el abandono de los productores Ilya y Alexander Salkind, los derechos para el cine del Hombre de Acero fueron a parar nada menos que al Cannon Group. Exacto: la misma productora responsable de los filmes de Chuck Norris. La cual, fiel a su estilo, destinaron a la película un presupuesto equivalente a dos céntimos y un chicle: según confesó un abochornado Christopher Reeve en su autobiografía,"Richard Donner [director de la primera entrega y parte de la segunda] hubiese rodado en Nueva York, en exteriores reales y con miles de extras. En lugar de eso, nosotros lo hicimos en un parque industrial de Inglaterra". Sumemos a dicha cutrez que el Hombre Nuclear, villano de turno, resultaba de lo más ridículo, y tendremos un despropósito que enterró la saga durante una década y media.
Captain America (1990)
¿Por qué es tan horrible? Como nuestro Crítico de Mierda nos ilustró puntualmente sobre este engendro cuando se estrenó Capitán América: El primer vengador, rehusamos autoflagelarnos dando detalles sobre él. Baste decir que su autoría correspondió al profesional de los videoclubes Albert Pyun, que sus valores de producción podían evaluarse en números negativos, y que si piensas que el eskijama que le han encasquetado al pobre Chris Evans en Los Vengadores es tirando a horrible, deberías escarmentar echándole un vistazo al uniforme del protagonista Matt Salinger. Señalemos, además, que Pyun amenaza con editar un montaje del director... Y con rodar una segunda parte. ¡Noooo!
Los 4 Fantásticos (1994)
¿Por qué es tan horrible? Básicamente, porque fue hecha sin la menor intención de estrenarse, a fin de que la productora Constantin Films renovase los derechos sobre el cuarteto de Marvel. Engatusando a sus actores con la promesa de que rodaban el piloto de una serie de TV, y con asesoría del viejo pirata Roger Corman (quién si no), el productor Bernd Eichinger pergeñó este truño de ínfimo presupuesto que sólo fue proyectado en convenciones de cómics. Para quien pueda interesar, señalemos que Eichinger fue también el productor de Los 4 Fantásticos (2005) y Los 4 Fantásticos y Silver Surfer (2007), que tampoco estaban mucho mejor pero tenían más medios, y a Jessica Alba.
La Sombra (1994)
¿Por qué es tan horrible? Tómese a un personaje de acrisolada antiguedad, interpretado entre otros por Orson Welles (en su versión radiofónica) y que, por oscuro y por siniestro, tiene la reputación de ser un predecesor de Batman. A continuación, confíese la dirección de sus aventuras al videoclipero Russell Mulcahy, convertido en parodia de sí mismo tras el fiasco de Los Inmortales II. Y, para acabar de arreglarlo, otórguese el papel nada menos que a un Alec Baldwin con menos gracia que nunca. Con semejantes ingredientes, ¿a alguien le extraña que esta película fuese un truño?
The Phantom: El hombre enmascarado (1996)
¿Por qué es tan horrible? Antes de que La trampa y La máscara del Zorro la pusiesen en boca de todos, Catherine Zeta-Jones recorrió un camino muy árduo. Y, sin duda, el punto más bajo de ese camino fue esta versión del clásico cómic, protagonizada por un Billy Zane (el futuro villano de Titanic) con un antifaz y un pijama malva con capucha. En los 76 años transcurridos desde que el gran Lee Falk lo dibujase por primera vez, el 'Fantasma que Camina' nunca ha sufrido una humillación semejante.
Batman y Robin (1997)
¿Por qué es tan horrible? En principio, la cosa no pintaba tan mal: reconozcamos que a muchos se nos hizo la boca agua cuando pensamos en Schwarzenegger y Uma Thurman como villanos, en Alicia Silverstone luciendo el uniforme de Batgirl y en George Clooney como un Bruce Wayne más macizo y glamouroso que nunca (no, Chris O'Donnell siempre nos pareció irredimible). Con lo cual el batacazo fue todavía mayor: esos decorados de cartón piedra, esa indigna aparición de Bane, ese guión escrito con los pies y, sobre todo, esos pezones en la armadura de 'Bats' nos hicieron desearle una visita de Joker a todos los responsables del engendro. Sin duda, el filme superheróico más odiado de la historia.
Daredevil (2003)
¿Por qué es tan horrible? En memorables palabras de Antonio Gasset, "Ben Affleck es a la interpretación lo que un pepinillo cocido a la alta cocina". Está claro que el hermano mayor de Casey Affleck está más guapo detrás de la cámara (véanse Adiós, pequeña, adiós y The Town, ciudad de ladrones para probarlo), pero también que su desnortado trabajo es el menor de los defectos de Daredevil. Entre los dramáticos fallos de guión (que nos hicieron exclamar "¿Cómo va a ser negro Kingpin?" a los más frikis) y las drásticas mutilaciones sufridas en la sala de montaje, el filme quedó como una aberración olvidable. El hecho de que el director's cut, distribuido en dvd, fuese bastante correcto sólo añadió sal a la herida.
Catwoman (2004)
¿Por qué es tan horrible? Un año antes de que Christopher Nolan devolviese a los cinéfilos a Gotham City con Batman Begins, a la saga del Murciélago todavía le quedaba por sufrir un último ultraje. En este caso, la víctima no fue el propio 'Bats', sino su eterna amada y enemiga felina: quienes adoramos a la Michelle Pfeiffer de Batman vuelve no pudimos sino convulsionarnos de indignación viendo a Halle Berry vistiendo ese uniforme tan clamorosamente hortera y encarnando al personaje con menos convicción, si cabe, que a su Tormenta de la trilogía X-Men. Lo cual es decir mucho. Claro que, con ese guión de saldo y esa dirección tan desnortada, tampoco había mucho trabajo que hacer: no nos extraña que la Berry acudiese personalmente a recoger su 'Razzie'.
The Spirit (2008)
¿Por qué es tan horrible? Esta sí que dolió. Y lo decimos con conocimiento de causa, porque tras su trabajo en Sin City junto a Robert Rodriguez, esperábamos grandes cosas de unFrank Miller que por fin iba a aplicar su sabiduría comiquera en solitario detrás de la cámara. Pero, por más que el dibujante y guionista aplicase su característica paleta de colores (rojo, negro, más rojo y más negro, básicamente) y que lo llenase todo de chicas estupendas, y por más que Samuel L. Jackson y Scarlett Johansson tratasen de añadir algo de animación a la fiesta a base de villanías surrealistas, todos comprobamos que aquello no había por dónde cogerlo, y que Miller le hacía un flaco favor a su difunto amigo Will Eisner, autor del tebeo original.
X-Men Orígenes: Lobezno (2009)
¿Por qué es tan horrible? Asumiendo que X-Men estaba graciosa, que X-Men 2 es un auténtico peliculón, y que X-Men: La decisión final tiene su fans, declaramos que, tras tanto esperar, la película del mutante de las garras fue una decepción de órdago. Y buena parte de la culpa, aunque ahora reniegue de ello, la tiene Hugh Jackman: amparado en su puesto de productor, el australiano aceptó la decisión de los productores de recortar los aspectos más brutales del guión de David Benioff (Perdidos, Juego de tronos), resultando un trabajo que no era ni chicha ni limoná y que no dejó satisfecho a nadie.
Via:Cinemania
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