miércoles, 2 de mayo de 2012

La guinda de la tarta: 10 películas que no existirían sin 'American Pie'


Ahora que Jim (y su padre), Stifler (y su madre) y el resto de la pandilla de East Great Falls regresan a los cines, recordamos que sus primeras aventuras crearon escuela. Por YAGO GARCÍA

la guinda de la tarta 10 peliculas que no existirian sin american pie "En Nueva York, los pasteles de manzana son más cariñosos".
Podemos decir que a estas alturas (13 años después, nada menos) ya les vale regresar. Que sus secuelas directas a vídeo apestaban, y que todo el mundo sabe lo que es una MQMF. Pero no está de más repetirlo: si American Pie: El reencuentro nos presenta a Jason Biggs, Sean William Scott, Chris Klein y compañía hechos unos treintañeros, regresando a East Great Falls para correrse una última juerga, es porque un día Biggs introdujo su miembro viril en un pastel de manzana, y los productores de Hollywood vieron que aquello era bueno. Si no te crees que el filme de 1999 creó escuela, en CINEMANÍA hemos seleccionado 10 filmes nacidos como explotaciones, parodias o consecuencias de la saga que, cuando (algunos) éramos aún jóvenes, resucitó la comedia adolescente dándole una patina de sexualidad desbocada.

Road Trip: Viaje de pirados (2000)


La película: El macizo Breckin Meyer descubre que le ha mandado a su novia universitaria (Rachel Blanchard) el vídeo que no es. La única solución: embarcarse junto a sus colegas en un viaje cross country para intercambiar las cintas y que sus cuernos queden impunes.
Aquí huele a confitería... Para empezar, Sean William Scott (es decir, Stifler), es uno de los componentes de la pandilla. Para seguir, y amén del tono cachondo y sexualizado que preside el filme, en su reparto tenemos al escuálido DJ Squalls y a Tom Green, el futuro protagonista de Freddy el colgao, dos actores que serían presencia fija en las películas de la escuela American. En conjunto, el filme parece una secuela no oficial de la saga con los personajes más creciditos.

Colega, ¿dónde está mi coche? (2000)


La película: Tras una noche de farra particularmente intensa, dos amigos descubren que su vehículo ha desaparecido misteriosamente. Parece algo sencillo, pero la solución al problema llegará al espacio exterior (literalmente).
Aquí huele a confitería... Además de un Ashton Kutcher muy yogurín, el coprotagonista de la cinta es... A ver si lo adivinas... ¡Exacto! Nos encontramos ante otro filme con el entonces ubicuo Sean William Scott en los títulos de crédito. Por lo demás, Colega... es una película que añade tintes más urbanos y [SPOILERS] de ciencia-ficción guarrona [/SPOILERS] a una fórmula ya conocida, y su título se presta a infinidad de de juegos de palabras. Honor a ella.

No es otra estúpida película americana (2001)


La película: Una chica tímida y con alma de artista se enamora del rey de los matones de su insti, sin saber que él ha hecho una apuesta para... Un momento: ¿seguro que no hemos visto esto ya antes?
Aquí huele a confitería... Probablemente la única película interesante surgida del fenómeno movie (no nos mencionéis a Freidberg y Seltzer, que nos cabreamos), No es otra estúpida... aplica una fórmula muy sencilla: someter los estereotipos de las comedias teen de los 80 al tratamiento sexy y destrozón de American Pie. Pero, por muchos homenajes a John Hughes (y a American Beauty, y a 10 razones para odiarte, y a...) que la pueblen, está claro que nunca habría sido posible sin Jim, Michelle, la tarta y la flauta.

40 días y 40 noches (2002)


La película: Muy cristiano él, y devastado por un desengaño amoroso, Matt (Josh Hartnett) toma una decisión radical. Durante el período de tiempo que indica el título (la Cuaresma, vamos) el joven permanecerá célibe. Pero sus amigos no piensan lo mismo...
Aquí huele a confitería... Una de las formas más sencillas y eficaces para exprimir una premisa narrativa es volverla del revés. Sin ir más lejos: ¿qué era lo que más temían los personajes de American Pie? La abstinencia sexual, ¿no? Pues este filme pone a Hartnett en el rol de un chaval que quiere dejar su entrepierna en paz mientras todo el mundo, o casi todo, insiste en disuadirle de su propósito.

Todo lo demás (2003)


La película: Jerry, un joven muy desorientado, encuentra a un maestro espiritual en la persona de David Dobel, un anciano neoyorquino con gafas y una inquietante afición por las armas.
Aquí huele a confitería... Efectivamente: todo un Woody Allen, con ciertos escándalos aún recientes y en horas muy bajas de taquilla, no pudo resistirse al encanto de American Pie, fichando a Jason Biggs como coprotagonista (junto a él mismo y a Christina Ricci) de su proyecto de 2003. La jugada no salió muy bien, y Todo lo demás ha quedado como uno de los títulos más olvidados del Woody dosmilero.

Chicas malas (2004)


La película: Criada en la selva africana, Lindsay Lohan cree saberlo todo acerca de la supervivencia del más fuerte... Hasta que se muda a EE UU y conoce a Rachel McAdams y su pandilla de alpha bitches.
Aquí huele a confitería... Como no podía ser menos estando escrita por Tina Fey (que además interpreta a la señora Norbury), Chicas malas posee una personalidad muy acusada y ha quedado en la memoria de muchos como el filme que nos hizo abrigar esperanzas sobre el futuro dramático de la Lohan. Aun así, su tono agresivo y su humor sin complejos ("poco femenino", dirían los tontos) la hace parecer una contrapartida con estrógenos de la pandilla de East Great Falls.

La vecina de al lado (2004)


La película: ¿Cuál puede ser el sueño de todo adolescente salido? No, no es que abran una fábrica de tartas al lado de su casa: es que una estrella del porno se mude al chalet contiguo.
Aquí huele a confitería... Perdonad, lectores, es que nos hemos acordado de las curvas de Elisha Cuthbert en esta película y nos hemos quedado traspuestos. A lo que íbamos: pese a que su premisa es de lo más cochina (en el buen sentido), American Pie alberga una gran tensión entre los impulsos de la entrepierna y las pasiones del corazón. Algo que se repite en La chica de al lado, con el protagonista oscilando entre sus impulsos libidinosos y el amor que siente por la moza de marras. Por lo demás, el humor paródico y escatológico sigue ahí.

Another Gay Movie (2006)


La película: Una pandilla de amigos del insti quiere perder la virginidad a toda costa. ¿Suena a conocido? Pues sí, pero el 'pequeño' detalle es que a esos amigos les gustan los chicos, no las chicas.
Aquí huele a confitería... Lejos de la alusión que preside otros filmes derivados de American Pie, Another Gay Movie se tira a lo directo. De hecho, la película es plenamente consciente de su modelo, y lo lleva a tales extremos que muchas veces podemos hablar de una parodia de algo que, en su origen, ya era paródico de por sí. Aviso: esta película es tan rematadamente cutre que los exteriores están hechos con imágenes digitales... Pero sus numerosos cameos de drag queens y actores porno pueden aliviarlo.

Supersalidos (2007)


La película: Perder la virginidad es algo que les viene un poco grande, así que los adolescentes Michael Cera y Jonah Hill están más preocupados por conseguir bebidas que les garanticen la entrada a un megafiestón épico.
Aquí huele a confitería... Han pasado ocho años, la estela de la saga American se está diluyendo y, como suele ocurrir en estos casos, llega la resaca. Supersalidos bebe de la saga de Jim y Stifler, aunque sólo sea por su empleo del humor soez (véase el momento en el cual Hill y una chica de la fiesta se convierten en "hermanos de sangre"), y su inclusión en este informe está justificada por marcar el fin de una era. Y por McLovin, por supuesto.

Fuga de cerebros (2009)


La película: Cuando a la chica de sus sueños (Amaia Salamanca) le dan una beca para ir a Oxford, el pringadillo Mario Casas (sí, él) la sigue hasta el Reino Unido para seducirla. ¿Te suena de algo?
Aquí huele a confitería... Dicen que los españoles llegamos tarde a todas las modas, y viendo trabajos como Fuga de cerebros no es difícil darle la razón al tópico. El humor escatológico, las ansias por tocar pelo y el dolor de entrepierna (y de corazón) asociado a los últimos años del acné se confabularon en ella para conseguir nada menos que el filme español más taquillero de su ejercicio, con secuela incluida. Eso sí: viendo a ese Mario Casas con gafas que nunca se queda con el torso al aire, su revelación como buen actor en Grupo 7 no resulta tan sorprendente.

Via:cinemania

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