Durante esta primera mitad de 2011 el gran sleeper de la taquilla americana ha sido Bridesmaids, que será conocida en España bajo el título de La boda de mi mejor amiga. La cinta ha sido una sorpresa general y casi una pionera al presentar una comedia que sigue los patrones de un cine marcadamente masculino pero esta vez centrado en las mujeres. Su éxito ha sido enorme –más de 160M$ en la taquilla– y su sorpresa mayor porque no solo les ha enganchado a ellas, sino que ellos también se han dejado seducir por estas damas de honor.
La cinta, dirigida por Paul Feig, es el debut como protagonista de Kristen Wiig, muy popular en Estados Unidos por ser uno de los rostros habituales del Saturday Night Life. Wiig, además, es la co-guionista de la película en la que se cuenta la historia de los preparativos de la despedida de soltera de la mejor amiga de la protagonista y la batalla que se produce entre ella y otra de las damas de honor.
La boda de mi mejor amiga se enmarca dentro de un tipo de comedia “gamberra” que bebe de pasados éxitos americanos como Te quiero tío, Virgen a los cuarenta o Todo sobre mi desmadre, todas ellas diseñadas para y por populares cómicos americanos. La diferencia, y lo que ha sorprendido a la crítica y público, es como se centra en el mundo femenino, sin dejar de lado un humor similar a otros films pero que integra los intereses tanto de hombres como mujeres, a priori, su target más afín por estética. Es este concepto de salirse de lo que uno espera (tanto en el guión, como en las interpretaciones como en las escenas) lo que la ha convertido en uno de los mayores éxitos de la taquilla de este 2011.
Universal preparó el estreno diseñando el producto hacia la audiencia mayor de 25 años, especialmente un sector femenino ante las evidencias del film y la ausencia de oferta que tiene este público en la cartelera americana. Con un coste escaso de 32,5M$, las previsiones desde diferentes medios para La boda de mi mejor amiga se movían entre los 16 y los 18M$, una buena cifra, ligeramente por encima de otros estrenos de películas similares pero nada extraordinario dentro del box office. Y como pasa a veces, la sorpresa estaba a punto de llegar.
Entonces llegó la sorpresa
Durante los días previos al estreno de La boda de mi mejor amiga el tracking de audiencia que hace el Estudio para medir el interés del film se levantó de forma importante, superando de mucho los datos del otro gran estreno, El sicario de Dios. Recaudó unos excelentes 26,25M$ (18,3M€) en 2.918 cines, situándose en el segundo puesto con una media por sala de casi 9.000$ (6.206€). Una ventaja clara que tenía la película es que la mayoría de películas en los cines eran los blockbusters del momento, desde la recién estrenada Thor hasta Fast Five pasando por la animada Rio, lo que le daba un mayor brillo y singularidad.
¿Qué pasó para que la película superara de tanto las previsiones más optimistas? La película llegaba a la cartelera con una masa de comentarios positivos muy elevada. Universal confiaba mucho en el tono y resultado del film por lo que decidió realizar muchos pases previos y preestrenos de cara a construir un efecto boca-oreja previo al estreno. Hoy por hoy y entre el perfil de espectadores adultos el valor de una recomendación es mucho más efectivo que una estrategia de marketing bombardeo más propio de los blockbuster. Esta estrategia fue clave, ya que de haber esperado a que el film siguiera su camino en la cartelera, le hubiera costado mantenerse ante el ritmo general de estrenos masivos. A todo esto, la combinación de factores como la visibilidad de la película, la crítica, el publicity y la marca de su actriz, Kristen Wiig –muy presente en los medios– terminaron de redondear el estreno.
El marketing este tuvo un papel clave. Universal apostó por una gran visibilidad del film, convirtiendo la película en el gran título de la semana, aprovechando el bajón de presencia que tenía Thor en su segunda semana y el escaso peso que mostró El sicario de Dios. Con esto, la imagen que daba la película no era simplemente de un producto femenino sino de un estreno que quería llegar a un conjunto masivo de la audiencia. La única duda que había en este apartado era si su imagen de humor iba a dejar de lado al sector masculino al potenciar más el dialogo y el humor más que el gag de sal gruesa y de situación más cercano Resacón en Las Vegas o Todo sobre mi desmadre. La duda se desveló rápido: las mujeres – adultas – llenaron el 63% de las butacas. Pero al pasar las semanas la película fue expandiendo sus buenos comentarios para ir reduciendo esta separación porcentual y llevando el film a todo tipo de espectadores.
En la segunda semana La boda de mi mejor amiga descendía solo un 20% hasta los 20,8M$. A la tercera repetía la misma cifra gracias a ser un fin de semana largo para ya acumular casi 90M$, tres veces más su presupuesto. A partir de aquí la cinta no se desplomó sino que sus descensos han sido siempre inferiores al 30%, un ritmo enormemente positivo en la cartelera americana. Ninguna comedia similar a La boda de mi mejor amiga han tenido una solidez tan fuerte en la taquilla, ni tan siquiera Resacón en Las Vegas, que presentó descensos más agudos.
La boda de mi mejor amiga es uno de esos casos claros de como el boca-oreja puede llegar a generar éxitos desmedidos y de cifras más agigantadas que un blockbuster con 100M$ en marketing.
Cuando una comedia les hace reír a ellos y a ellas
La clave del éxito de la película es que gustó a ellos y a ellas, y semana tras semanas fue reclamando la atención de una audiencia que a priori desconfiaba de una comedia protagonizada por mujeres.
La boda de mi mejor amiga se ha convertido en un fenómeno de la comedia que se acerca también a dos films con la marca de Judd Apatow, también productor de esta película: Lio embarazoso y Supersalidos. En ambos casos fueron comedias que marcaron tendencia y que lograron seducir a una audiencia principalmente adulta, generando una recepción “normal” en su inicio y poco a poco sumando cantidades elevadas. De hecho, la similitud de los tres films es la “desconfianza” inicial para la masa general hacia historias centradas o bien en el mundo del embarazo no deseado, o bien en el mundo adolescente o bien en un grupo de damas de honor en pie de guerra. A nivel de taquilla, La boda de mi mejor amiga está presentando una mayor solidez que estas dos películas, empezando con cifras inferiores, 26M$ frente a los 30M$ de Lio Embarazoso y los 33M$ de Supersalidos, pero llegando más lejos, apunta a los 150-155M$ frente a los 148M$ de la primera y los 121M$ de la segunda.
En comparación con Resacón esa tenía una marca de humor más afín con la gran masa de audiencia americana, por lo que sus cifras generales fueron superiores. Pero en común con La boda de mi mejor amiga – más que con Supersalidos – es la rápida afinidad que tuvo con la audiencia a un nivel de veneración.
Actualmente el mencionado culto a un film como Resacón en Las Vegas no solo se ha traducido en una exitosa secuela, sino que en estos dos años ha generado un importante merchandising de culto a la película con muñecos, tazas, camisetas y otros complementos que nada raro sería que La boda de mi mejor amiga terminará haciéndolo. A nivel internacional justo ahora empieza su andadura y de momento en los dos primeros grandes mercados donde ha estrenado, Australia y Reino Unido, ha sido todo un boom. En Australia la cinta se estrenó el fin de semana de 17 de junio con unas normales 230 copias pero recaudando unos espectaculares 4,4M$ (3,1M€) en el fin de semana. Ahí el fenómeno también se ha repetido y durante las siguientes semanas ha mantenido un ritmo con el que ya alcanza los 21,6M$, es decir, cinco veces las cifras del fin de semana. En Reino Unido estrenó a la semana siguiente con otros fuertes 5,6M$ en el fin de semana y en este tiempo ya ha superado los 20M$ y con energía para mucho más ya que en su tercera semana las cifras aumentaban un 11% aún con 3,57M$.
Ahora toca el asalto a la taquilla española. El próximo 12 de agosto llega La boda de mi mejor amiga y lo hará a lo grande, tal como asegura Universal España. El Estudio se muestra enormemente confiada que el éxito general que está teniendo el film en muchos países lo encontrará en España. Es un plato ideal para paladares ya resabidos de cine, seguramente de aquellos que bien han acudido a la secuela de Resacón o bien se han enamorado de comedias como Medianoche en París.
Via.box office
texto.Pau Brunet
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