¿Puede suponer la piratería audiovisual el fin de la industria del cine en España? EE.UU. lleva años proponiendo vías legales que, en algunos casos, se han convertido (véase Netflix) en negocios consistentes. De hecho, la variedad y cantidad es tan alta que deja a la piratería como una forma de ver cine casi por eliminación de no encontrarla por otras vías.
Cuando desde Estados Unidos se habla de distribución de cine en España, el primer tema que sale a colación es el problema que supone la piratería. En un negocio que basa, tradicionalmente, una buena parte de sus beneficios en la vida de una película una vez concluida su exhibición en salas, ahora mismo se afirma tajantemente que “el Home Video en España está muerto”. Como consecuencia, distribuidoras y agentes de ventas se ven obligados a lidiar con unos pronósticos de ventas que eliminan casi por completo esta variable, reduciendo sustancialmente sus canales de beneficios.
Como origen de gran parte de los productos pirateados, Estados Unidos lleva una ventaja importante a la hora de suministrar alternativas al consumidor fuera de las meras multas y amenazas legales. La industria audiovisual americana es no sólo la generadora del producto más exportado, sino también una parte fundamental de la espina dorsal cultural del país. Con mayor o menor éxito, diferentes empresas se han lanzado a la ardua labor de volver a rentabilizar y redefinir el consumo en casa de productos audiovisuales.
¿Alquilar DVDs por un dólar? El creciente número de cajas rojas distribuidas por supermercados, restaurantes de comida rápida y centros comerciales lleva desde hace tiempo disparando las alarmas de los estudios de Hollywood. Su modelo de negocio, basado en un servicio completamente automatizado, una localización extremadamente conveniente y un precio muy asequible, ha convertido la empresa en una nueva amenaza para las cadenas de videoclubs. Aunque el número de títulos que las máquinas ofrecen es limitado, su selección y su ubicuidad las convierten en una alternativa más que interesante para su público objetivo. Tanto, que, después de un primer encontronazo inicial que llevó a ambas partes (estudios y Redbox) casi hasta los tribunales (los estudios temían que Redbox causara un bajón todavía mayor en las ventas de DVDs), los interesados han acabado pactando las “ventanas de exhibición”, que dictaminan cuánto tiempo después de la salida a la venta en DVD se podrán encontrar las películas en las ubicuas cajas rojas.
Hulu y sus parientes: El reclamo televisivo
Cuando NBC y Fox crearon Hulu en 2007, su mayor interés era proporcionar una plataforma legal para sus series unificada, gratuita, de fácil acceso y con el potencial de generar beneficios a través de anunciantes. Pronto, Hulu encontró su lugar al lado de iTunes, que permite el visionado de capítulos previo pago individual. Aunque muchos disputaron y disputan el hecho de que Hulu sea rentable, Disney/ABC pareció considerarlo así, ya que se unió al club en 2009, dejando a CBS como la única “network” fuera del sistema (las series de la CBS se ven, además de en su propia web, a través de tv.com, que es patrimonio de la cadena). Desde principios de año, Hulu ha comenzado a ofrecer un servicio Premium que, previo pago de una tarifa plana, ofrece acceso a todas las temporadas de las series en antena, además de acceso a una creciente colección de películas con las que aspira a competir con el resto de plataformas de cine online. Recientemente, las televisiones líder en cable (HBO y Showtime) han comenzado a retirar sus temporadas más recientes de Netflix para pasarlas a sus propias webs reservadas para sus subscriptores.
Netflix: El líder asentado
Netflix se ha convertido en la plataforma que mejor ha sabido hacer de las nuevas tendencias de consumo un modelo de negocio. Desde su fundación en 1997, esta empresa comenzó ofreciendo el envío de películas y series en DVD a casa por una muy módica tarifa mensual a partir de 8 dólares y (hecho diferencial que le permitió desbancar a sus competidores) sin penalizaciones por devoluciones tardías. Pronto incorporó el servicio de streaming, que actualmente permite ver más de 20.000 títulos directamente en el ordenador, la consola de videojuegos o en televisiones equipadas para ello. La revolución de Netflix ha sido tal, que Blockbuster, la cadena de videoclubs líder, se ha visto forzada a copiar su modelo y a cerrar una buena parte de sus filiales para subsistir.
Vudu: Calidad digital inmendiata
Para poner freno a la competencia a raíz de los ventajosos acuerdos originales que tanto Netflix como Redbox llevaron a cabo con los estudios antes de que fueran conscientes de su “poder”, los nuevos acuerdos incluyen no solamente un precio por los derechos de distribución mucho más elevado, sino también un tiempo de espera de 28 días entre el estreno en DVD y su aparición en estos servicios.
Vudu.com, adquirida por el gigante de los hipermercados WalMart en 2010, ofrece streaming en calidad HD sin subscripciones desde $2 por dos días sin los “28 días de espera” y está entrando con fuerza en los hogares equipados tecnológicamente apostando también por “la mayor videoteca del mundo en HD”. Como muestra claramente su publicidad, perciben como competencia más a Netflix que a Redbox (cuya fuerza, como señalábamos antes, reside sobre todo en la ubicuidad y comodidad de sus “cajas”).
Pero Vudu no está solo: según informa Variety, Google, a través de su plataforma de vídeo YouTube, se acaba de subir al carro de los estrenos digitales “inmediatos” gracias a sendos pactos con Warner, Lionsgate, Universal, Sony y The Weinstein Co.
Video On Demand: Variaciones y ofertas
La cadena de cable americana IFC (Independent Film Channel) opera desde hace años como distribuidora en salas y en televisión, ofreciendo a través de su canal de video on demand no sólo títulos recientes antes de su pase en vídeo doméstico o por televisión, sino también estrenos directos en VOD y la posibilidad de ver en casa mientras están en cartel los mismos estrenos que distribuyen en salas, garantizando el acceso a cine independiente a aquellas audiencias especialmente de zonas rurales sin acceso a este tipo de películas.
Por su parte, Paramount/Viacom, MGM y Lionsgate fundaron su cadena premium de televisión por cable Epix en el 2009 con el fin de hacerle la competencia a HBO y Showtime gracias a un acceso directo al extenso catálogo de títulos de los tres estudios y permitiendo un acceso “on demand” a los estrenos más recientes, de una forma parecida a los servidores de cable (Time Warner, Comcast y Direct TV especialmente).
Son estas empresas de servicio las que también están apostando por soluciones creativas para mantener y aumentar su clientela.: Comcast ofrece acceso al “mejor cine independiente” y, no queriendo quedarse atrás, Time Warner ofrece el “estreno en casa” de las películas que participan en el Festival de Cine de Tribeca.
Desde hace poco más de un mes, el servicio de televisión por cable Direct TV viene introduciendo “Home Premiere”, que permite al usuario un alquiler en calidad BluRay, por 48 horas, de películas que ya no están en cartel (60 días después de su estreno), pero que no han llegado a vídeo doméstico, por $29.99. Deberemos ahora esperar resultados: el precio, que ha sido percibido como elevado, está calculado para que resulte “económico” para una familia en comparación con el precio de unas entradas de cine, pero cabe preguntarse si podrá sustituir al “ir al cine” como actividad lúdica – ¿quién pagará $30 para quedarse en casa?
De momento no se conocen los datos del primer film que ha salido, Sígueme el rollo, pero en breve el debate seguirá esta vez con cifras sobre la mesa. Si algo se está notando mucho en Estados Unidos es que la batalla por estas plataformas y por el poder es porque hay dinero. Son rentables para las que lo gestionan pero muy importante es que lo son para las productoras de cine, que poco a poco van viendo como el Home Cinema está volviendo a crecer.
Escrito por: Maria Cervera
Pau Brunet
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