Cuando leí ‘American Psycho’, pensé que no se podría hacer de él una película, salvo que se suavizasen sobremanera los momentos más cruentos y sangrientos de la obra de Bret Easton Ellis. Mary Harron tomó la segunda opción muchos años después, lo que a mí me pareció una pérdida de tiempo. Sé que la película resulta válida a quienes no conocían la novela, pero como adaptación se deja lo mejor en el tintero. Así que conocer ahora la noticia de que se va a llevar a musical me deja pensando si se tratará de una broma.
Tampoco es que yo sea muy fan de este tipo de creaciones, no lo voy a negar. Cuando lo llevaron a ver un musical titulado ‘Gay’ y acompañado del tag-line “a gay musical”, Moss de ‘Los informáticos’ (‘The I. T. Crowd’) ya lo dijo: “But aren’t all musicals gay?” O sea, que no soy público de musicales, pero mi sorpresa no se produce por eso. Es que hay material del que sí se pueden hacer este tipo de espectáculos. De otro, como ‘American Psycho’, no. Nada más alejado del temperamento de Patrick Bateman que la jovialidad de los musicales.
Cierto es que no todas las obras musicadas tratan sobre bodorrios o sobre laca, que también existen las óperas rock, como ‘El fantasma del paraíso’. También es cierto que Ellis introducía una cantidad enorme de comentarios sobre grupos musicales ochenteros en su libro y que hacer una recopilación de todos ellos para escucharlos durante hora y media no tendría por qué estar mal. Pero el argumento de ‘American Psycho’ sigo sin verlo sobre un escenario y cantado por sus personajes.
David Johnson, Craig Roessler y Jesse Singer, de Johnson-Roessler Co.; Aaron Ray, de Collective, y Nate Bolotin, de XYZ Films, se han asociado para comprar los derechos sobre la historia del violento inversor de Wall Street. Ellis y Edward R. Pressman, productor de la adaptación al cine, serán asesores de producción.
De momento no se sabe quién se encargará de dirigir, de escribir el libreto o de componer las canciones. Pero los productores dicen que están al habla con algunos dramaturgos y que esperan que alcance los escenarios de Broadway antes de 2010.
Los musicales sobre asesinos han tenido un resultado muy variado. Por ejemplo, ‘Sweeney Todd’ fue muy aclamado, ‘Assassins’ obtuvo un recibimiento tibio y ‘Carrie’ fue un desastre. A Johnson le interesaba más centrarse en la parte sobre la economía, ya que él fimos fue un abogado de Wall Street en los ochenta. Singer quería mantener la sátira y su carga eléctrica que inspiró tanto a seguidores como a detractores.
Como última reflexión me quedo con que quizá es una injusticia menor que se haga este musical sobre el libro que la película, porque al menos con él se tendrá claro que es otras cosa y, como mucho, se dirá que está “inspirado”, pero el film se consideraba una adaptación y eso puede ser más ofensivo. E insisto, no es por la calidad de la película en sí por lo que me quejo, sino por eliminar en la traslación lo más valiente y válido de la novela de Ellis.
Texto:Beatriz maldivia
Vía:Blogdecine
No hay comentarios:
Publicar un comentario