Ya apenas quedan poco más que 48 horas para conocer la identidad de
los ganadores de los Oscar. Un ritual anual que sirve para que muchos
cinéfilos mantengan
discusiones tan entretenidas como poco productivas sobre qué película debería ganar,
cuando luego todos acabamos recurriendo en momentos de frustración a
críticas como que los Oscar son poco menos que una broma, que acaban
ganando títulos de moda sin importar tanto su calidad o que ya para
empezar la habían pifiado dejando fuera de las nominaciones a un
determinado título. Nunca llueve a gusto de todos y los Oscar no dejan
de ser una mera celebración de la cinefilia al estilo de Hollywood.
Lo primero que hay que tener claro en los Oscar es que
la lucha por la estatuilla
comienza incluso antes del anuncio de los ganadores del año anterior.
Es tan sencillo como ir fijándose en los anuncios de los grandes
estudios de cuándo van a estrenarse sus próximos títulos, quién dirige
la película y los actores que figuran en su reparto. Lo más habitual es
que la gran mayoría de nominaciones estén acaparadas por títulos
estrenados en los últimos tres meses del año, con una especial
predilección hacia largometrajes estrenados en diciembre en Estados
Unidos. Si echamos un ojo a las nueve nominadas de este año, únicamente ‘
Bestias del sur salvaje’ (‘Beasts of the Southern Wild’, Benh Zeitlin) incumple el primer principio, mientras que ‘
Amor’ (‘Amour’, Michael Haneke), ‘
Los miserables’ (‘Les Miserables’, Tom Hooper), ‘
Django desencadenado’ (‘Django Unchained’, Quentin Tarantino) y ‘
La noche más oscura’ (‘Zero Dark Thirty’, Kathryn Bigelow) se estrenaron allí en pleno mes de diciembre.
Primeros descartes
Salvada
esa evidencia, el abanico de posibilidades se amplió con el cambio en
las reglas del número de nominadas, pero las cosas no tardaron en volver
a su cauce – hoy en día sería impensable que una cinta ‘
District 9’
(Neill Blomkamp, 2009) volviese a estar nominada a mejor película-,
quedando únicamente espacio para sorpresas en formas de cine autor – el
caso de ‘Amor’- o producciones independientes – ‘Bestias del sur
salvaje’- . Sin embargo, las probabilidades de victoria de largometrajes
de estas características están supeditadas a una campaña de promoción
impecable como la orquestada el año pasado por
Harvey Weinstein con ‘
The Artist’
(Michel Hazanavicius, 2011), y no ha sido el caso de ninguna de ellas,
por lo que, sin entrar a hablar de su calidad – tremenda la decepción
que me lleve con ‘Bestias del sur salvaje’- , resulta impensable que
ninguna de ellas se lleve esa estatuilla para casa – no es para
descartable la posibilidad de que
Emmanuelle Riva sea elegida mejor actriz por su trabajo en la cinta de Haneke- .
Saltamos
entonces al anuncio de las nominaciones, donde es muy extraño que una
producción sea premiada en la categoría de mejor película sin contar
también con su director en la lista de cinco aspirantes. Fue entonces
cuando muchos dimos por muertas las posibilidades de victoria de ‘
Argo’
(Ben Affleck)’ – la gran favorita en las apuestas por aquel entonces-,
‘Django desencadenado’, ‘Los miserables’ y ‘La noche más oscura’. He de
reconocer que las únicas ausencias que me llamaron la atención fueron
las de
Ben Affleck y Kathryn Bigelow, porque, una vez vistas, jamás creí que las cintas de
Tarantino y Hooper
tuviesen opciones reales de premio en la categoría principal. Una
nominación como reconocimiento, el éxito comercial y ya nos hemos
quedado en sólo cinco aspirantes a tener en cuenta.
Dos polémicas muy diferentes
La
polémica es algo decisivo para entrar a valorar los casos específicos
de ‘Argo’ y ‘La noche más oscura’, aunque el resultado sea diferente
según el título del que hablemos. Jamás entenderé a los que atacan
salvajemente a la cinta de Bigelow por la
supuesta apología que hace
de la tortura,
ya que su objetivo es intentar dar una visión más o menos objetiva de
la versión oficial de los hechos. ¿Y qué sucedió? Pues que Estados
Unidos aprobó la tortura de infinidad de personas para intentar dar con
el paradero de Osama Bin Laden y Bigelow lo muestra sin hacer
innecesarios incisos negativos – el espectador ha de ser suficientemente
inteligente para sacar sus propias conclusiones- que debiliten la
fuerza del conjunto. Sea como sea, esta polémica consiguió su objetivo
de cara a los Oscar – no me extrañaría que hubiera alguna mano negra por
detrás únicamente interesada en evitar su victoria- y Bigelow tendrá
que ver quedarse en su asiento cuando se anuncie cuál es la mejor
película de 2012. Y quedan cuatro.
Mi compañera Miriam escribió
un artículo muy interesante acerca de
lo problemáticas que habían sido las votaciones para elegir a los nominados
por la implantación de la votación online. Tales fueron las molestias
causadas que la Academia se vio en la obligación de ampliar el plazo,
pero es ahí donde debemos buscar uno de los principales motivos de que
Ben Affleck se quedase sin la nominación a mejor director – que no iba a
figurar en el apartado de mejor actor era algo que todos daban por
hecho- . No dejaban de ser meros rumores y el hecho de que hace más de
20 años – ‘
Paseando a Miss Daisy’ (‘Driving Miss
Daisy’, Bruce Beresford, 1989) que ninguna película consigue el Oscar
sin que su director estuviera nominado eran un lastre demasiado
importante.
El hecho de que ‘Argo’ ganase el Globo de oro pocos
días después era una buena señal para sus posibilidades de cara al
Oscar, pero la escasa credibilidad de dichos premios seguía sin ayudar a
tomársela en serio. Las cosas cambiaron cuando ‘Argo’ empezó a arrasar
en todos los premios importantes que quedaban por darse, surgiendo así
la extendida creencia de que la omisión de Affleck como mejor director
convirtió a la película en una especie de mártir que consiguió ganarse
la simpatía de muchos votantes.
‘Argo’ no sólo seguía en la lucha, sino que su cartel como favorita había salido reforzado.
Posibilidades finales
Llegados
a este punto, cinco de las nominadas han quedado ya descartadas y
‘Argo’ figura de nuevo como la gran favorita al premio. Sin embargo, ¿en
qué lugar deja eso a – mi favorita personal- ‘
La vida de Pi’ (‘Life of Pi’, Ang Lee), ‘
Lincoln’ (Steven Spielberg) y ‘
El lado bueno de las cosas’ (‘Silver Linings Playbook’, David O. Russell)?
Ya desde su estreno existe una corriente de opinión bastante extendida sobre el último trabajo de
Ang Lee: Va a llevarse
muchos premios técnicos
– hasta es posible que arrase en esos apartados-, pero en los premios
realmente importantes es probable que se vaya para casa de vacío, siendo
especialmente improbable una victoria en esas categorías. Sus
posibilidades se reducen a una victoria que deje a todo el mundo
boquiabierto, siendo bastante necesaria un triunfo previo por parte de
Lee como mejor director, algo que no es para nada descartable.
La relación entre
Steven Spielberg
y los votantes de la Academia tardó muchos años en fructificar más allá
de las nominaciones sin premio, pero sólo uno de sus largometrajes ha
conseguido hacerse con el premio gordo y
las opciones de ‘Lincoln’ han ido perdiendo fuerza.
Fueron dos los momentos en los que se habló mucho sobre sus
posibilidades, durante su estreno – aún quedaban varias competidoras por
llegar- y al anunciarse
las nominaciones,
ya que ‘Lincoln’ es la cinta que aspira a más estatuillas. El problema
es que no ha conseguido ningún gran triunfo y sí múltiples derrotas,
incluyendo galardones en los que también era la película que contaba con
un mayor número de nominaciones. Se da casi por sentado que
Daniel Day-Lewis
se llevará un muy merecido tercer Oscar para casa y es probable que
Spielberg se beneficie de la ausencia de Affleck en la categoría de
mejor director, pero muy pocos apuestan por su victoria en esta
categoría. Eso sí, el reciente anuncio por parte del estado de
Mississippi de que ‘Lincoln’ les inspiró para abolir oficialmente la
esclavitud – faltaba un pequeño tecnicismo legal- juega a su favor, pero
lo más seguro es que sea insuficiente y haya llegado demasiado tarde.
Nos queda entonces ‘
El lado bueno de las cosas’
y la capacidad de embrujo de Harvey Weinstein para dar un vuelco en las
votaciones a través de sus ya míticas campañas promocionales de cara a
los Oscar. Sus opciones han crecido desde el anuncio de las nominaciones
y cuenta a su favor con el misticismo de
poder convertirse en la cuarta película que consiga el Grand Slam,
el cual consiste en conseguir la estatuilla en las categorías de
película, director, actor y actriz protagonista y guión – no importa que
sea original o adaptado- . Hasta ahora sólo ‘
Sucedió una noche’ (‘It Happened One Night’, Frank Capra, 1934, ‘
Alguien voló sobre el nido del cuco’ (‘One Flew Over the Cuckoo’s Nest, Milos Forman 1975) y ‘
El silencio de los corderos’ (‘The Silence of the Lambs’, Jonathan Demme, 1991) lo han logrado, teniendo que remontarnos hasta ‘
Million Dollar Baby’ (Clint Eastwood, 2004) para encontrar a la última aspirante a conseguirlo y a ‘
American Beauty’ (Sam Mendes, 1999) para el caso más reciente en el que una película se quedó a una estatuilla de conseguilo –
Hilary Swank le arrebató el premio contra pronóstico a
Annette Bening por su trabajo en ‘
Boys Don’t Cry’ (Kimberly Peirce, 1999)- .

Weinstein
no dudó en marginar a ‘Django desencadenado’ en su lucha por los Oscar
para intentar conseguir el milagro, pero ‘El lado bueno de las cosas’
sigue transmitiendo una mayor sensación de ser una de esos largometrajes
que casi deberían agradecer la nominación que de un auténtico titán que
vaya a arrasar, siendo ésta su principal posibilidad de acabar
llevándose el premio más importante para casa. Y es que
la idea de Bradley Cooper ganando el Oscar resulta inconcebible,
por lo que esa magia del Grand Slam desaparece ya de entrada y no sería
tan raro que se convirtiera en la octava aspirante – de un total de
cuarenta y uno- a lograrlo que se vuelve a casa de vacío.
Su
naturaleza de comedia romántica, no especialmente del gusto de los
académicos, también juega en su contra, pero todo ello tendría menos
trascendencia de no
haberse convertido ‘Argo’ en la película imbatible
tras la ausencia de Ben Affleck entre los nominados a mejor director.
Lo normal hubiera sido lo contrario, pero, al contrario que en el caso
de Kathryn Bigelow – su no presencia en esa categoría aniquiló todas las
opciones de ‘La noche más oscura- , ‘Argo’ ganó aún más fuerza y
ahora mismo ni siquiera daría un 10% de opciones a una victoria de otra de las nominadas.
Via:Blog de cine