Tal vez no sean obras maestras, pero nos recordaron por qué merece la pena pasarse la vida en el cine.
Como cada año, la web de
CINEMANÍA vuelve con esas
listas ‘diferentes’ con las que resume la temporada de celuloide. Y,
esta vez, hemos decidido empezar con buen pie: en lugar de repartir
estopa a los trabajos más decepcionantes de 2014 (a esos ya les tocará
recibir, ya…) comenzamos el repaso anual enumerando
las películas más sorprendentes. Es decir, esos filmes que no nos olían del todo bien, pero que resultaron mucho mejores de lo que esperábamos. Desde
thrillers heterodoxos a trabajos de animación por encima de la media, pasando por algún
blockbuster que
demostró ser algo más que un acontecimiento mediático, todas estas
películas andan lejos de la calificación de “obra maestra”, pero todas
nos recordaron por qué amamos nuestro oficio. Si no las has visto,
harías bien en tomar nota de sus títulos.
Lo que nos esperábamos: Aquí llegan otra vez
Seth Rogen y sus amiguetes para ofrecernos una ración de humor
fumeta, con premisas y
gags prestados de la comedia destrozona de los 80. Y, para colmo, les acompaña un
Zac Efron que recurre a la autoparodia chunga, en un intento desesperado de hacernos olvidar
High School Musical de una puñetera vez. No es por nada, pero con
Infiltrados en la universidad ya hemos tenido bastante…
Lo que nos encontramos: El año pasado, cuando
Juerga hasta el fin nos
dejó boquiabiertos, deberíamos haber aprendido lo peligroso que resulta
subestimar a Rogen y compañía. Pero no escarmentamos, así que
Malditos vecinos ha
supuesto una (bienvenida) sorpresa. O, lo que es lo mismo, una comedia
tan, pero tan proclive a jugar con la tolerancia del espectador que
acaba combinando las risas con dosis mayúsculas de vergüenza ajena. Una
fraternidad universitaria (encabezada con Efron) que competiría
orgullosamente con la de
John Belushi en
Desmadre a la americana, un feliz matrimonio (Rogen y
Rose Byrne) capaz de lindar con la psicopatía cuando le tocan los decibelios, el inigualable
Christopher Mintz-Plasse fornicando entre los arbustos…
¿Qué más se puede pedir?
#Chef (Jon Favreau)
Lo que nos esperábamos: Tras enemistarse con
Marvel a cuenta del montaje de
Iron Man 2, y de propinarse un batacazo con
Cowboys and Aliens, Jon Favreau debió quedarse más perdido que el barco del arroz. Así pues, regresa a la pantalla con una peliculilla
low cost sobre
gastronomía y redes sociales, muy levemente basada en una historia real
y que tiene toda la pinta de quedarse en mera anécdota
Lo que nos encontramos: En el cine, al igual que en la gastronomía, una receta aparentemente sencilla puede asombrar a los
gourmets si se la prepara con amor y a fuego lento. Siguiendo esta máxima, que tan bien expresó
Ratatouille en
su día, Favreau se puso el delantal del autor completo (además de
dirigir, también escribe y protagoniza) para abordar el tema culinario
desde un ángulo jocoso, pero compatible con el rigor. Y, como postre,
llamó a viejos colegas
(Robert Downey Jr., Scarlett Johansson) para
que atrajesen clientela al local en su función de secundarios de lujo.
Además de como crónica de estos tiempos disparatados en los que un
tuiteo puede hundirte la vida, #
Chef queda como el augurio de que al actor y director le espera un futuro estupendo… y muy alejado de los superhéroes.
Lo que nos esperábamos: Respaldada por una victoria
festivalera en San Sebastián, esta película brasileña es de esas a las que los críticos describen como
“más allá del thriller” o
“no necesariamente un thriller”. Lo cual, usualmente, quiere decir que
sí es un
thriller, pero un
thriller aburrido y elaborado desde el desprecio al género.
Lo que nos encontramos: Pues con que, efectivamente,
El lobo detrás de la puerta sí era “algo más que un
thriller”. Pero
no por lo que nos temíamos, sino porque su abordaje al cine de intriga
sobrepasaba las barreras de la tensión y el mal rollo. Desde el
costumbrismo, sin alharacas y con un guión que se las apaña muy bien en
eso de retirar la alfombra bajo los pies del espectador, el filme de
Fernando Coimbra compite con
Magical Girl y
Perdida por el título de película de 2014 que mejor ha sabido retratar el lado malsano de la vida diaria.
Lo que nos esperábamos: Estamos de acuerdo en que
Capitán América: El primer vengador tenía mucho encanto, amén de servirnos para reivindicar la obra de su director
Joe Johnston. Pero su secuela huele de lejos a aperitivo ligerito antes de
Los Vengadores: La era de Ultrón. La presencia de un
Robert Redford muy geriátrico, y seguramente con ganas de coger el cheque e irse a
Sundance, nos provoca una intensa pereza.
Lo que nos encontramos: Guardianes de la galaxia ha sido, sin discusión, el gran estreno
Marvel de
este año. Pero esta nueva peripecia del ‘Capi’ también se merece una
buena ración de aplausos: salvo ese clímax final metido con calzador,
todo en la película funciona, desde la química de
buddy movie desplegada entre
Chris Evans y
Scarlett Johansson hasta ese
Samuel L. Jackson más
malote que nunca en su rol de
Nick Furia, pasando
por una dirección que esquiva la fiebre por el plano y el
contraplano para seguir el magisterio de los viejos filmes de espías. A
lo mejor los hermanos Russo exageran diciendo que su filme se merece un
Oscar, pero si recordamos algunos truños que han acabado cubiertos de
estatuillas, lo mismo llevan algo de razón…
Joe (David Gordon Green)
Lo que nos esperábamos: Generalmente, con una película de
Nicolas Cage al año vamos sobrados. Sin embargo, el sobrino de
Coppola ha aprovechado 2014 para mostrarnos su despejada frente en dos títulos. Y, si
Tokarev resultaba un
thriller normalito, aunque interesante y atrevido, ¿qué podemos esperar de este filme, en el que ‘Nic’ se une al autor de
Superfumados para ofrecernos un dramón
homeless en la América profunda? Nada bueno, seguro.
Lo que nos encontramos: Precedida por estupendas críticas en EE UU,
Joe sirvió
para recordarnos algo de lo que ya hemos hablado otras veces en esta
web. Verbigracia: que Nicolas Cage sabe actuar, y muy bien, aunque la
mayoría de las veces se le olvide. Sacándole partido a su registro de
sujeto con un tornillo flojo (¿seguro que sólo es un registro?),
cerrando con doble llave el cajón de las sobreactuaciones y contando con
un
partenaire estupendo en la persona de
Tye Sheridan (ojo,
porque el chaval tiene dos películas pendientes de estreno, y cinco más
en preparación), Cage aprovecha esta película para ofrecer uno de los
mejores trabajos de su carrera. Puede que
Joe haya pasado algo desapercibida, pero está claro que nadie hará
memes de internet cachondeándose de ella.
Lo que nos esperábamos: A veces, ir a ver películas
de animación es una delicia a la que no puedes esperar. En otras
ocasiones, es un tormento al que harías lo posible por sustraerte, sobre
todo si el filme de marras es el
reboot de una vieja serie de animación. La cual, para colmo, nació en el mismo programa de TV que
Rocky y Bullwinkle. En fin, al menos aquí no sale
Robert De Niro interpretando a un nazi de opereta…
Lo que nos encontramos: Antes de empalagarnos con
Stuart Little y su secuela, Rob Minkoff dirigió
El rey león. Afortunadamente,
como demuestra esta película, todavía se acuerda de ello. No porque la
historia del perro más inteligente del mundo y su hijo adoptivo (y
humano) transmita la misma épica que la de
Simba y
Mufasa, sino porque
Las aventuras de Peabody y Sherman tiene
esa virtud tan rara de encontrar que es el encanto. Capaz de sacarle
partido a una premisa tan trillada como los viajes en el tiempo, y con
un personaje secundario de excepción (la abusona
Penny), el filme queda como uno de los mejores productos con el sello
Dreamworks. Una lástima que, a juzgar por sus resultados de taquilla, casi nadie se diese cuenta.
Lo que nos esperábamos: Estimado señor
Liam Neeson: en
esta casa le queremos, le apreciamos y valoramos mucho ese gustillo que
le cogió usted a las películas de acción a partir del éxito de
Venganza. Pero,
a sus años, y después de varios títulos en la misma línea (algunos no
tan buenos), ¿no ha pensado que a lo mejor le conviene guardar la
pistola en un cajón y volver al drama? Mire que, a este paso, nunca le
van a dar ese Oscar que tanto nos gustaría verle recoger…
Lo que nos encontramos: Estimado señor Liam Neeson: tras verle derrochar testosterona en
Caminando entre las tumbas, sólo podemos desearle que siga haciendo
thrillers mientras
le venga en gana. Además de una doble dosis de adrenalina sabiamente
dosificada (poco nos ha faltado para incluirla en esa lista de
películas más violentas del año que publicaremos próximamente), este filme
es un nuevo eslabón en la cadena que forman trabajos suyos como
Venganza, Infierno blanco y la infravalorada
El Equipo A, en
los que usted aprovecha un buen guión y una buena dirección para
sacarle partido a esos casi dos metros suyos de mala uva irlandesa. A
este paso, acabaremos pensando que
Venganza 3 tiene hasta visos de ser buena, y todo…
Lo que nos esperábamos: Uno puede disfrutar (o no) de su trayectoria al frente de
Nacha Pop y
de sus discos en solitario, pero está claro que Antonio Vega es una de
esas figuras que se prestan tanto a la mitificación fácil (basada en
esos tópicos sobre la Movida que ya huelen, y que requieren
una revisión urgente)
como a la depredación carroñera de una vida marcada por la heroína. La
aparición de un documental biográfico invita, pues, a coger el tema con
pinzas.
Lo que nos encontramos: A veces, las películas sobre
la vida de personajes reales crean en el espectador una zozobra tan
incómoda en lo personal como valiosa en lo artístico: la de no decidirse
sobre si el biografiado era un alma maltratada por sus demonios, un
bastardo sin entrañas o ambas cosas. Dado que el documental sobre
Antonio Vega consigue provocarnos esa incertidumbre a través de sus
escenas y de sus testimonios (inolvidables, los de la madre del músico),
podemos considerarla un triunfo.
Lo que nos esperábamos: Otra de esas películas
francesas ‘comerciales-pero-no-tanto’ que llegan a nuestro país de
tapadillo, para pasearse unas pocas semanas por la cartelera. Está bien
eso de que el país galo tenga una industria cinematográfica variada y
productiva, pero captar el humor de sus comedias resulta un poco difícil
a veces. Sobre todo si has nacido al sur de los Pirineos.
Lo que nos encontramos: Guillaume Galienne dice que
sus tribulaciones adolescentes (resumidas, básicamente, en una familia
inenarrable y una tremebunda crisis de identidad sexual) le han llevado a
gastarse una fortuna en psicoanalistas. Esperemos que los beneficios en
taquilla de esta película, en la que adapta su obra de teatro, le estén
sirviendo para amortizar ese dispendio, porque se lo merece. Burla
burlando,
Guillaume y los chicos… ¡A la mesa! plantea unas
cuantas preguntas incómodas sobre cuestiones sexuales y de género, amén
de regalarnos un personaje de los que hacen época en la forma de esa
madre interpretada por el propio autor, por sus gafas y por su pelucón
rubio.
Big Hero 6 (D. Hall, C. Williams)
Lo que nos esperábamos: La asociación de
Disney y Marvel parece un arma de doble filo, válida tanto para generar
blockbusters memorables
como para hacernos tragar algún bodrio que otro. Así las cosas, ¿qué
hemos de pensar ante una película que recicla uno de los títulos más
olvidados de la Casa de las Ideas (si no recuerdas a este
supergrupo japonés,
no te culpamos) para facturar una historia de superhéroes para el
público infantil? Pues, la verdad, mejor no preguntárselo demasiado…
Lo que nos encontramos: Sí, sabemos que
Big Hero 6 no
llegará a las pantallas españolas hasta el viernes, pero creednos: esta
película se merece la reacción entusiasta que ha cosechado entre los
críticos y los
fans de EE UU. Aprovechando el cómic original
sólo cuando le conviene, pero con más fidelidad de la que parece, la
cinta no es sólo uno de los mejores títulos de animación
mainstream en un año no muy sobrado de ellos, sino también una declaración de amor tanto a los superhéroes occidentales como al
manga y el
anime de
Japón. Agraciada, además, con un protagonista infantil al que no dan
ganas de correr a collejas, y con ese nuevo hito de la ternura
disneyana, robótica e hinchable que atiende al nombre de
Baymax. ¿Una delicia? No te haces idea…
Via:Cinemania